Daniel López, mejor conocido como El Satánico, uno de los rudos históricos de la década de los 80 y 90, quien se enfrentó en mil batallas contra el Perro Aguayo no daba crédito que en el funeral y en la misa de cuerpo presente no estuvieran los actuales ídolos de la lucha libre y señaló que por la memoria de lo que fue el Perro los ídolos actuales debieron estar ahí junto al Can de Nochistlán.
"Me sorprendió, precisamente acabo de hacer el comentario con mi esposa ahorita que estaba saliendo de la capilla. No hubo compañeros, desgraciadamente muchas veces pasa que están en gira, nos agarra a veces desprevenidos, no con el tiempo necesario. Aquí en Guadalajara desgraciadamente no hay compañeros de la época de él y si los hay ya no se acuerdan algunos. Los que están activos en realidad no lo conocieron a fondo. Son las actuales estrellas de la lucha libre, pero hablaría muy bien de ellos que en honor a una leyenda estuvieran presentes, darse un poco de tiempo. Pero bueno, así es esto”.
El Satánico agregó que nunca fue un gran amigo del Perro Aguayo, pero por respeto a su leyenda y como compañero de profesión acudió a darle el último adiós.
“Como deportistas nos dábamos la mano, si reconocía superioridad o no... no había rencor porque no nos volvíamos a encontrar en la calle, simplemente en las arenas. Nunca fue una relación de amistad tan arraigada, no. Yo vengo aquí a despedir al compañero de profesión. A la vez reconozco que fue un gran rival, fue un gran luchador, un gran deportista y qué más puedo decir. Palabras faltan para decir lo que fue don Pedro”.
¿Qué recuerda de sus peleas contra él?
"Acá en Guadalajara tuvimos dos encuentros y en los dos empatamos, primero un mano a mano y después la revancha y fue una guerra sin cuartel, muy sangrienta, fue hace muchos años, debe estar el recuerdo en el periódico el Occidental, y al final de su carrera no se dejaba vencer tan fácilmente. Lo que agradezco es tener la suerte de haberlo enfrentado".
ZZM