Soraya Jiménez Mendivil es recordada como una de las mujeres más importantes del país. Gracias a su éxito en Sidney 2000, su ejemplo ayudó a futuros atletas mexicanos a alcanzar lo que pareciera imposible; sin embargo, en el transcurso final de su carrera se vio envuelta en múltiples escándalos, uno de ellos falsificar documentos.
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Por el año 2002, Soraya buscaba participar en el Campeonato Mundial de Pesas en Turquía, donde uno de los requisitos era ser estudiante o haber egresado del nivel superior, cosa que la mexicana no poseía.
En su último intento por competir en ese mismo año, Soraya optó por el camino más fácil y falsificó una carta de pasante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para poder viajar a Turquía.
A primera instancia todo parecía normal, Soraya Jiménez presentó documentos apócrifos que la nombraban como pasante de la licenciatura de administración de empresas, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, entre los años 1995 a 2000. Aunque no tardaría mucho la Universidad en darse cuenta de los papeles.
La Universidad descubrió las intenciones de Soraya y revisó cada papel que poseía. Tras esto, los directivos comunicaron su enojo para después demandar a la medallista mexicana por haber infringido la legislación universitaria y las leyes federales.
Al verse entre la espada y la pared, Jiménez culpó a la entonces federativa de pesas, Martha Elizondo, por no dejarla viajar a la competencia, pero la directiva se defendió diciendo que Soraya también le estaba mintiendo para continuar con el fideicomiso CIMA, ocasionando la ruptura de la amistad entre ambas .
Tras esta situación Soraya se quedó sin alternativas, por lo que optó por reconocer su error y pedir disculpas, tanto a la Universidad como a la federativa. De esta forma la UNAM no procedió a llevar más allá el caso, perdonando los actos de la atleta olímpica.
Desafortunadamente la polémica continúo ese año, luego de ser descubierta por pruebas de antidopaje, previo al Campeonato Panamericano de Venezuela, siendo sancionada con seis meses de inactividad. Dos años más tarde anunció su retiro del deporte profesional y en 2013 falleció a causa de un infarto agudo al miocardio.
RGS