Cuando se detuvo la actividad académica como consecuencia del nuevo coronavirus SARS-CoV2, causante de la enfermedad covid-19, el profesor de taekwondo, Antonio Briones, tuvo el presentimiento de que se vendrían tiempos difíciles, ya que al entrar en vigor la cuarentena inevitablemente se afectaría la situación económica de las familias, entre ellas la suya.
A pesar de contar con sus ahorros, ese 'colchón' no fue suficiente para el sostenimiento de su hogar, por lo que optó regresar a una vieja actividad que en su momento le ayudó a salir adelante: la venta de tacos al vapor.
Juan Antonio Briones Rodríguez de 55 años, es vecino de la colonia Valle Oriente, de la calle Nochistlán, desde hace 32 años y hace poco más de 30 años comenzó a practicar el taekwondo, disciplina en la que se estacionó y eligió más delante como fuente de sus ingresos.
Fue preparado por los profesores, Martín Loera y José Luis Díaz Rodríguez, de quienes adquirió los conocimientos suficientes para convertirse en maestro a la edad de 24 años, a esa edad abrió su propia escuela en casa, con pocos alumnos, además de dar clases en el Campo Militar.
Sin embargo, luego de quedarse son empleo y quedarse sólo con el taekwondo como fuente de ingreso, fue su suegro Antonio Ayala quien le enseñó a hacer tacos al vapor. A la edad de 28 años adaptó su triciclo, cargó con ollas decidió ir a vender a la Alameda, también al viejo Estadio Corona los días de partido.
Un día, con el alimento listo para vender, al salir de su hogar se ponchó una llanta, no había quién la arreglara y no tuvo más remedio que ponerse a vender los tacos en su colonia. Cuál fue su sorpresa que en menos de dos horas terminó el producto.
Desde ese momento ya no salió al centro, su triciclo estacionado fuera de casa, comenzó a hacerse popular y fue conocido como tacos Tony, como ya era conocido el profesor Briones desde que trabajó en La Popular Jacarandas. Luego se instaló en las afueras de las escuelas de su colonia.
Fin de la etapa
A pesar de ser buen negocio, su amor por el taekwondo y nuevas oportunidades llevaron al profesor Briones a dejar de vender. Tuvo la invitación para trabajar en el Tecnológico de Monterrey dando clases de taekwondo, también en el Colegio de las Américas y poco después recientemente en el Colegio MEZE.
La preparación de nuevas generaciones lo llevó a permanecer en la docencia, todo caminaba bien hasta que llegó el covid-19 a México, a La Laguna, fue entonces que el panorama cambió y también la rutina. Siguieron las mismas necesidades, pero la fuente de ingreso mermó y con ello su sueldo.
Cuando se acabaron los ahorros decidió vender de nuevo tacos, así que acudió a sus hijos para que a través de redes sociales hicieran el anuncio, el cual fue un éxito, ya que hubo bastante demanda del producto.
Son 5 kilos los que elabora al día, que dan 8 órdenes por kilo, es decir, 40 órdenes. Pero no son cualquier taco, afirma que tiene una receta que los hace especiales y por eso se agotan en poco tiempo.
Con la pandemia bajó su sueldo casi al 50 por ciento, y debe mantener a su esposa e hija, es una situación difícil, señala, es por eso le 'echa ganas' a los tacos para complementar lo que hace falta.
Como payasito
Pero el profesor Antonio no se duerme y busca la chuleta donde se pueda, por eso también trabaja como payasito, con el nombre de 'Ecologito'.
En ese trabajo inicio circunstancialmente, comenta que todo se inició un Día del Niño, cuando al llevar a su hijo mayor al jardín de niños, hacía falta el payaso y la maestra le solicitó ayuda, le pidió que se vistiera con un traje que ella tenía, sólo por un momento.
Con el respaldo de a maestra hicieron el show, el cual salió tan bien que al final algunas madres de familia lo contrataron para las fiestas de sus hijos, se dio cuenta que era una buena opción.
La maestra en agradecimiento le regalo la peluca, le prestó el traje para hacer uno a su medida, y comenzó a tener demanda en fiestas infantiles.
Se asoció con Rimpanchón, Melín, Richy, Vitauva y otros, participó en la peregrinación de 12 de diciembre y el día 8 de diciembre participó en el festejo del Día del Payaso, en ese momento pasó a formar parte de a la asociación de payasos laguneros.
Antonio Briones afirma que lo mueve el llevar el sustento a la familia, eso hace que le eche ganas, pues señala que hay cosas que hay que pagar y no es posible quedarse con los brazo cruzados. Su esposa y tres hijos están contentos y orgullosos con su trabajo, con lo que hace, pues gracias a ese entusiasmo ha sacado adelante, sus progenitores, todos profesionistas, eso le queda de satisfacción y sigue echándole ganas, le da gusto que se acuerden de él y sus tacos, con ese grito de taquitos que lo identifica. Ahora le compran hasta los hijos de sus primeros clientes.
Hay muchos vendedores de tacos, pero los de don Tony soy muy especiales, con el sabor del taekwondo.
CALE