Después de haber ganado el Premio Nacional del Deporte 2020, Yahel Castillo ahora solo tiene una meta muy clara: ir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y subirse al podio.
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El clavadista ya estuvo cerca de colgarse una medalla en una justa olímpica y fue en Londres 2012. En la final del trampolín individual, el mexiquense se encontraba en el primer sitio durante los primeros cuatro saltos, sin embargo, la quinta ejecución la falló y lo mandó al sexto peldaño, el cual fue el lugar que finalmente ocupó. En Tokio quiere buscar ese sueño de subir al podio olímpico, pero ahora en la modalidad de sincronizados, donde siente que tiene la mayor probabilidad de lograrlo.
Castillo y Juan Celaya obtuvieron la plaza olímpica en tres metros sincronizados en el Campeonato Mundial de Gwangju 2019, y Yahel siente que ese boleto debe ser para ellos con el nivel que han demostrado en competencias internacionales.
¿Qué representa ganar por segunda ocasión el Premio Nacional de Deporte?
Representa mucha felicidad y orgullo el hecho de que se me haya considerado junto con mi amigo Juan Celaya y mi entrenador Stefan Marinov. Los tres estamos muy contentos, con la mira en ganar una medalla olímpica y esto, más que nada, nos impulsa bastante. Estamos motivados para seguir trabajando día con día y poder ganar una medalla olímpica, y que sea de oro, es lo que queremos traer a México.
En Londres 2012 estuviste cerca de llegar al podio, ¿qué experiencia te dejó?
Todo tipo de experiencias buenas o malas sirven. Lo decía con anterioridad, que las competencias que no terminan con medalla o con un resultado positivo, si las piensas o analizas bien, te pueden ayudar bastante, e incluso más que una medalla. Así que eso es lo que me ha pasado, he sabido regresar de competencias malas que he tenido, y ello me ha sacado adelante, nunca me he dado por vencido y siempre trato de dar mi cien por ciento.
Vienen los Juegos Olímpicos y el recuerdo que hace cuatro años no fuiste seleccionado para Río 2016...
Honestamente para Río 2016, lo único que puedo decir es que no hubo un selectivo honesto; la gente que fue ya tenía su pase sin haberse seleccionado, se quedó, incluso, se firmó una carta que decía que, si en el Mundial no quedaban dentro de los tres primeros lugares, todavía México tenía la posibilidad de meter a su mejor pareja. Así que ellos (Rommel Pacheco y Jahir Ocampo) quedaron en octavo lugar y aun así se les dio su lugar a los Juegos Olímpicos; entonces, ya no se pudo hacer nada. Nosotros ahorita quedamos en tercer lugar mundial, ganando la plaza olímpica, y esperemos que se nos respete el lugar y que vaya lo mejor para México en los clavados sincronizados, que es mi prueba, y que tenga la mayor capacidad de ganar una medalla olímpica.
¿Por lo hecho, te ves seguro en Tokio el próximo año?
El primer lugar panamericano, la tercera medalla para mí en un Mundial y ante la FINA nosotros tenemos nuestro lugar a Juegos Olímpicos. Recientemente se hizo un selectivo en marzo, donde ganamos las dos competencias, tanto la preliminar como la final, y tenemos el clavado con mayor grado de dificultad, no solo de México, sino del mundo; creo que es más que obvio, más las competencias que hemos ganado. Sería injusto que quisieran mandar a otra pareja, pero eso no depende de mí, sino de la Federación Mexicana de Natación, y estoy seguro que mandará a la mejor pareja de México.
¿Te enfocas solo en sincronizados o competirás de manera individual en Tokio?
Me estoy preparando para ambas, mi prioridad son los clavados sincronizados, pero también en individual estoy trabajando y entrenando muy fuerte; no descarto estar representando a México en los Juegos Olímpicos también en individual.
¿Con Juan Celaya te acoplas bien, pese a entrenar en distintos lugares?
Muchas veces se tocó el tema, dudando de la capacidad que teníamos Juan y yo; antes de todas estas competencias nos criticaban porque hacíamos los clavados sincronizados cuando él estaba en Luisiana y yo aquí. Lo vuelvo a responder, pero ahora con más argumentos y con las competencias ganadas: simplemente depende de que él y yo estemos bien en lo individual para poder hacer nuestros clavados sincronizados. Él y yo medimos lo mismo, 1.67 metros exactos, y no tenemos que estar como otras parejas tratando de cacharnos; nuestro único problema es contar uno, dos y tres, y hacemos nuestros movimientos naturales, entonces no tenemos que estar cien por ciento juntos todo el tiempo.
¿Qué significa para ti el representar a la Secretaría de la Defensa Nacional?
Para mí es un gran orgullo y es un gran apoyo el que me han dado. Causé alta en noviembre del 2009, y estoy muy orgulloso de formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional; soy sargento primero de educación física y deporte, y lo único que tengo en las manos es agradecer por este gran apoyo que se nos ha dado para poner en alto el nombre de México, y seguiremos luchando.