Tres años y medio en Nascar y no ha sido fácil. En los 16 años de carrera profesional que acumula, Jake Cosío puede concluir que el apoyo de patrocinadores en el automovilismo nacional es vital en el sueño de cualquier piloto. Esta temporada en la México Series compite con el auto #51 del Chevron Havoline Racing Team y el objetivo es quedar dentro del Top 10 del campeonato.
“Yo empecé a la edad 16 años a correr profesionalmente en categorías turismo y regionales. Ha sido bastante difícil pero empezamos desde abajo en el karting, en el taller, trabajando con mi papá, hasta que tuvimos la oportunidad de tener nuestro propio coche mi hermano y yo de la TC 2000 y dimos mejores resultados.”
En 2017 Jake consiguió salir campeón de TC 2000 y eso lo llevó a debutar en la categoría de la FedEx Challenge de Nascar que resultó ser el trampolín que lo colocó en la Nascar Mexico Series. La mayor parte de la semana lo pasa en el taller, es su segundo hogar ya que debe revisar las mejoras y el trabajo de los mecánicos “Es muy importante el servicio en el taller porque ya no llegas a trabajar en la pista. Las carreras se ganan en el taller con el trabajo de los mecánicos” comenta mientras presume su auto de carrera.
8 cilindros, 460 caballos, un peso 2700 libras, caja de cambios de 4 marchas y llantas de 10 pulgadas, son parte de las cualidades del auto que hace que Jake pueda llegar a una velocidad de 270 km/h. La cabina se tiene que acomodar a él, el asiento va a su medida, también los pedales e instrumentos como manómetros “Una semana de carrera yo la empiezo desde miércoles para hacer gira de medios, la promoción y el sábado salimos a la pista a dos prácticas y domingo la carrera. Esos dos días es de presión, se trabaja bastante por los resultados. Los lunes se descansa y martes se baja el coche del tráiler para desarmarlo y revisarlo.”
“El entrenamiento es diario, se hace gimnasio y entrenamiento de resistencia. Trato de hacer una hora de simulador al día en mi casa. Me gusta mucho venir al taller para tener la cercanía con los mecánicos y saber que mi coche está al 100. Yo soy muy detallista. Hay veces que tienes el tiempo encima y venía diario al inicio de temporada. A veces me ocupan para poner el coche en las básculas, centrar el asiento, revisar frenos y palanca porque si bajas de peso hay que adecuar todo otra vez.”
Recientemente fue uno de los 10 pilotos seleccionados para representar a México en la eNascar International Series, por lo cual se sintió muy orgulloso. Sin embargo el enfoque no se pierde, Jake debe ganar carreras. “Lo más difícil de ser piloto de Nascar es mantenerse, el estar en la categoría, porque al final del día son los patrocinadores los que te llevan a estar. Para mí es lo más importante, que ellos estén contentos, lo que hacemos dentro y fuera de la pista es lo que va sumando carrera a carrera, por eso me involucro tanto en el proyecto. Mi máximo sueño es consagrarme en México, me gustaría pelear un campeonato de la Nascar México. El aprendizaje es favorable, me queda mucho por aprender y dar. La relación que tengo con mis patrocinadores ha sido muy estrecha y confían en mí”
GFR.