El Autódromo Hermanos Rodríguez se alista para recibir, en poco más de cinco meses, la Fórmula Uno por cuarta vez consecutiva, en el Gran Premio de México; sin embargo, la pista en la que se coronó el británico Lewis Hamilton en octubre, se acerca a cumplir 60 años y está en constante evolución.
Todo comenzó incluso antes de su inauguración, en 1959, y ha vivido tres etapas diferentes de la máxima categoría, que han involucrado distintas problemáticas y la evolución del circuito.
“Es lo interesante, ver de dónde veníamos, qué gente estaba involucrada y cómo lo hicieron, las condicionantes de cada momento, porque nos tocó una F1 más moderna, con otros requisitos”, recordó Christian Epp, de la empresa Tilke, encargada de hacer el diseño más reciente del trazado de la Magdalena Mixhuca.
EL COMIENZO
La idea de un autódromo en la Ciudad de México comenzó con una tesis de licenciatura, de Óscar Fernández en 1955, en la que planteaba la necesidad de tener una pista de carreras en la capital de la República.
El documento llegó a manos de Gilberto Valenzuela, que a su vez se lo presentó a Adolfo López Mateos, presidente de México de 1958 a 1964, quien autorizó la construcción de un circuito en el entonces Distrito Federal.
“Siempre pensé en el piloto, la peraltada se me ocurrió porque cuando salieron los aviones de alta velocidad, les pedían que no hicieran virajes complicados, sino un swing para meterlos, eso lo recordé; los autos venían en posición horizontal, con una inclinación de siete grados y luego pasaban a 27 para ese swing”, contó Fernández, sobre los primeros momentos del AHR.
La F1 aterrizó en el Hermanos Rodríguez en 1962, aunque con una carrera fuera del campeonato, al que se integró al siguiente año, con el triunfo del británico Jim Clark a bordo de un Lotus-Climax; se mantuvo en el calendario hasta 1970, cuando los más de 200 mil aficionados fueron imposibles de controlar, lo que provocó que se pusiera en riesgo la seguridad y el Gran Circo se alejara del país.
SEGUNDA ETAPA
La semilla para el regreso de la máxima categoría se colocó cuando el entonces titular de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), Pascual Ortiz Rubio Muñoz, participó en una carrera en el Hermanos Rodríguez y al final prometió que la traería de vuelta.
Después de reunirse con la Federación Internacional del Automóvil (FIA), lo consiguió. “Le di un nuevo enfoque al proyecto original del trazado de Valenzuela, modificamos esa pista e incluso ganamos el reconocimiento al mejor Gran Premio de 1986”, contó Manuel Medina, arquitecto de esa primera remodelación.
Esa carrera de 1986 la ganó el austriaco Gerhard Berger a bordo de un Benetton-BMW, y durante esta segunda etapa triunfaron en México pilotos como el británico Nigel Mansell, el francés Alain Prost y el brasileño Ayrton Senna.
Sin embargo, el Gran Circo se volvió a marchar en 1992, y su regreso se concretó hasta 23 años después.
TERCERA ETAPA
La máxima categoría volvió en 2015, después de una negociación que terminó con la firma del contrato por cinco años.
No obstante, la prioridad en el serial era la seguridad, por lo que el trazado sufrió una nueva modificación, realizada por la empresa Tilke, que implicó prescindir de la mítica peraltada, pero aprovechar el Foro Sol.
“En la curva 1 hay un punto de frenada muy fuerte, lo que se intenta es pasar de 350 o 360 kilómetros por hora (en la recta) y lograr que haya un cambio; mientras que en el Foro Sol la idea es que el piloto esté muy cerca de la gente”, aseguró Epp.