Prácticamente con un mismo grado de dificultad que el circuito de Spa-Francorchamps, que el de Mónaco o el de Monza. Así podría quedar definida la complejidad del Autódromo Hermanos Rodríguez en el Gran Premio de Fórmula 1 de México.
Luego de haber conseguido el quinto y cuarto lugar en las carreras de 2015 y 2016, Daniel Ricciardo no logró finalizar la competencia en el 2017.
Con esta experiencia, el piloto australiano, en el marco de una convivencia organizada por un patrocinador de su escudería, definió al Gran Premio de México como uno de los más difíciles del Mundial de Fórmula 1, debido a la altura y a las dificultades que este presenta.
"La altitud cambia un poco la aerodinámica del auto, tiende a tener menos agarre y derrapar un poco más. Eso lo hace absolutamente desafiante. La vuelta perfecta está en dominar las curvas sin errores", dijo el piloto
Sin embargo, tras lo ocurrido el año anterior, Ricciardo quiere la revancha. En 2015 y 2016 logró buenos lugares, pero ahora quiere subir al podio, cosa que sólo ha logrado una vez en esta temporada.
"Quiero estar en el podio, quiero ganar. Estoy ansioso, motivado por competir y lograr un buen resultado el domingo en carrera", sentenció.
Durante este evento, el piloto australiano de Red Bull realizó varias actividades con David Tsurusaki y Paul Monoghan, quienes son sus jefes de ingeniería y de dirección global de tecnología, respectivamente.
Por otra parte, Ricciardo recibió un caso de arte huichol y una serenata con mariachis al término de este evento. Asimismo, mostró su gran afecto por México, esto tras portar un par de calcetines con la imagen de la Virgen de Guadalupe.
En este momento, el australiano es sexto en la clasificación del Mundial 2018 de Fórmula 1, temporada en donde ha tenido dos victorias, dos poles y un podio.
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