Las 500 Millas de Daytona de 2020 son recordadas por varios factores. La visita del entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el que la carrera se prolongó hasta el lunes por la lluvia del domingo, pero también, por el terrible accidente de Ryan Newman.
En la última vuelta de la segunda prórroga de dos vueltas, Ryan Blaney y Newman tuvieron un contacto en el que el Ford #6 se llevó la peor parte al impactar con la pared derecha y luego volar por el aire. El incidente no terminó ahí porque mientras caía fue golpeado por el coche de Corey LaJoie.
Los equipos de seguridad fueron en su auxilio y se le detectaron lesiones graves, pero que “no comprometían su vida”, según explicó en su momento NASCAR.
Un año después de ese accidente, Newman está listo para regresar y está seguro que atrás quedó lo sucedido, porque además, en su mente hay pocas imágenes de lo que sucedió esa noche en Daytona.
“No tengo ningún miedo porque no tengo ningún recuerdo. Si alguna vez has tenido un accidente de coche o conoces a alguien que ha tenido uno y ha estado consciente, siempre llevará ese miedo consigo”, expresó el piloto en la semana de medios de cara a Daytona 500.
"Yo no tengo memoria, por lo que no tengo miedo. Además, esto es mi pasión y mi amor”.
Para Newman, lo que es importante es que después del accidente se le otorgó una nueva oportunidad de vida y que ahora quiere aprovechar para pelear por el campeonato de la máxima división de NASCAR.
“Tengo otra oportunidad otorgada por Dios. Pienso disfrutarla con mis dos niñas y con mi equipo”.
FCM