Cuando Nascar informó a mediados de 2020 que no permitiría que la bandera confederada se exhibiera más en alguno de los circuitos que visita en la temporada, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró su descontento por la medida, pero era un punto de quiebre necesario para uno de los cuatro deportes más populares del vecino país del norte.
La compañía creada por Bill France ha sido estigmatizada por ser un deporte del cual gustan predominantemente los denominados rednecks. Programas como South Park o películas como Talladega Nights o Un sueño posible evocan este estereotipo al referirse a la categoría de stock cars.
Pero esos tiempos debían quedar atrás, en especial cuando los números de Nascar han ido en caída en los últimos años, y dos grupos que hasta hace dos décadas no eran considerados tan importantes, como los hispanos y los afroamericanos, se han convertido en las dos minorías con mayor presencia en el país con el 18.5 y el 13.4% de la población total (328’239,523 personas) de aquella nación según cifras de 2019 del Buró de Censo de Estados Unidos.
Si bien la categoría ha emprendido programas para atraer a estos grupos tanto como participantes con el Programa de Diversidad de Nascar, así como fanáticos, los números no estaban creciendo como ellos esperaban. La pandemia por covid-19 arruinó más sus planes porque la gente que vio las competencias en televisión eran fanáticos arraigados, impidiendo que nuevos espectadores se unieran a la experiencia.
Un cambio
Al mirar las estadísticas de las tres series nacionales de Nascar (Cup, Xfinity y Trucks) es de resaltar que a pesar de su cercanía con Latinoamérica, sólo han existido tres pilotos que han ganado una competencia o más en cualquiera de estas divisiones en décadas de historia, algo que podría ser ejemplificado con la Doctrina Monroe, pero con una ligera alteración: “Nascar para los americanos (estadunidenses)”.
Pero la familia France dio un golpe de timón en los últimos tres meses con dos anuncios importantes dirigidos a las minorías: la llegada del legendario basquetbolista Michael Jordan y del cantante Pitbull, ambos como socios en dos equipos de reciente creación.
En el coche de la leyenda de la NBA está Bubba Wallace, el único afroamericano en disputar toda la temporada y que el año pasado luchó para hacer realidad la eliminación de la bandera confederada en Nascar. En el caso del coche del artista se encuentra el mexicano Daniel Suárez, el único latino en la máxima parrilla.
Ambas personalidades llegaron con un discurso en la misma dirección, la unidad, pero con diferente intensidad.
“Históricamente, Nascar ha luchado con la diversidad y ha habido pocos propietarios negros. El momento parecía perfecto ya que Nascar está evolucionando y adaptándose al cambio social. Además del compromiso reciente que he hecho para combatir el racismo sistémico, veo esto como una oportunidad para educar a una nueva audiencia y abrir más oportunidades para los afroamericanos en el mundo de las carreras”, expresó Jordan.
“De la misma manera que la música es un lenguaje universal, también veo Nascar como un lenguaje universal. Todo el mundo ama un coche rápido y una gran historia… Quería involucrarme. Se trata de utilizar la cultura y de transmitirlo a través de Nascar para unir a las personas. Lo sé porque lo vivo”, dijo Pitbull durante los días de medios que la categoría realizó la semana pasada.
Curiosamente, la llegada del cantante no solo alcanzará a los latinos, sino también otro mercado importante para la serie.
“Yo esperaba que el mayor alcance de Pitbull estaba en Latinoamérica, pero resulta que está en Asia, y eso me sorprendió mucho, pero también deja ver la diversidad cultural que representa”, dijo Daniel Suárez previo a las 500 Millas de Daytona.
China es el siguiente objetivo en la mira de Nascar. Ahí ya comenzaron a plantar la semilla con la idea de una categoría regional. El mundo sigue diversificándose y los tiempos en que la serie de stock cars podía vivir de un solo tipo de público ya no es posible.
Pero el cambio podría ser lo mejor que les ha pasado. Ya a principios de este siglo llegaron a ser la liga deportiva más importante de Estados Unidos, superando a la NFL. ¿Qué pasaría si las estrategias con los afroamericanos, latinos y asiáticos funcionan? El efecto económico sería tan grande que incluso la F1 los envidiaría, porque la máxima categoría del deporte motor no ha logrado entrar a un mercado clave para ellos: la tierra del Tío Sam.
Los latinos que han ganado en Nascar
En toda su historia, solo tres pilotos latinoamericanos han ganado al menos una carrera en una de las tres series nacionales de Nascar
Juan Pablo Montoya (Colombia). El sudamericano llegó a Nascar después de ser despedido de McLaren en la Fórmula 1. Es el único latino que, hasta hoy, tiene victorias en la máxima categoría de stock cars, Nascar Cup, pero ninguna de ellas en óvalo. Sus dos triunfos en la división mayor se dieron en los circuitos de Infineon en 2007 y, tres años después en Watkins Glen. Logró también una victoria en la serie Xfinity en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Nelson Piquet Jr (Brasil). Al igual que Montoya, llegó después de quedar fuera de la F1 tras el escándalo del crashgate. El hijo del campeón de la F1 sumó tres victorias, una de ellas en la serie Xfinity y dos más en la categoría de camionetas. De su total, dos ascensos al círculo de ganadores se dieron en carreras de óvalo, aunque fueron en la división Trucks.
Daniel Suárez (México). El originario de Nuevo León es el único extranjero que ha ganado un campeonato nacional de Nascar cuando se impuso en la serie Xfinity en 2016. Tiene un total de cuatro victorias, tres de ellas en la categoría Xfinity y una en la de camionetas. Suárez ha conseguido todos sus triunfos en competencias de óvalo en Estados Unidos.
Nascar Drive for Diversity, el programa que busca atraer a un nuevo público
Como parte de su plan para atraer nuevo público, Nascar creó este programa que permite el desarrollo de pilotos mujeres o de minorías raciales y que se instituyó en 2004; también trabajan con organizaciones y equipos que estén dentro de los grupos antes descritos y que deseen incursionar en la serie americana a través de sus diferentes categorías.
Daniel Suárez es uno de los pilotos más destacados de este programa luego de que fue incluido en 2014. Otros nombres como Enrique Baca y Rubén García Jr también han pasado por estas filas.
Para 2021, México tiene dos representantes con Regina Sirvent y Andrés Pérez de Lara, aunque no son los únicos que están en la escalera de desarrollo de la categoría. Max Gutiérrez compite en la serie ARCA y, recientemente, obtuvo la victoria en la primera fecha de este año.
Para 2021, México tiene dos representantes con Regina Sirvent y Andrés Pérez de Lara, aunque no son los únicos que están en la escalera de desarrollo de la categoría. Max Gutiérrez compite en la serie ARCA y, recientemente, obtuvo la victoria en la primera fecha de este año.