Una tarde en el paddock del Gran Premio de México

Gran Premio de México 2019

Ya sea rompiendo piñatas, pintando catrines o simplemente conviviendo un rato, los pilotos se involucran con la cultura de nuestro país en una de las zonas más icónicas de la F1

El paddock del GP México, una F1esta aparte (Michel Cruz)
Ciudad de México /

De todos los deportes, la Fórmula 1 es uno que se vuelve una auténtica celebración en cualquier lugar donde se lleve a cabo. Aunque está programado para los días 26 (prácticas libres), 27 (clasificaciones) y 28 de octubre (carrera), la fiesta del Gran Premio de México involucra más allá de la competencia en sí. 


Prueba de esto es el paddock. Esa zona donde los pilotos e ingenieros se preparan antes de cualquier competencia. Desde la entrada misma, se ve que el lugar es extraordinario, con un arreglo floral que invita a conocer más de ese recinto. 

Adentro, es donde se vive una fiesta. Las caravanas –sólo de nombre, pues son establecimientos amplios- de las escuderías están alineadas del lado izquierdo, y en cada una de ellas se vive algo diferente: Pierre Gasly y Brendon Hartley de Toro Rosso están probando sus habilidades como maquillistas y pintaron a un par de varones como catrines, mientras una calaca vestida de mariachi supervisaba el trabajo de los conductores; el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez de Force India estaba rodeado de muchas personas, mientras daba algunas declaraciones, su coequipero, el francés Esteban Ocon, se disponía a salir del paddock – posiblemente para algún evento en la periferia de la Ciudad de México- y algunos aficionados lo rodearon, en busca de una fotografía. 


Lewis Hamilton y Sebastian Vettel fueron dos grandes ausentes en ese momento, pero no quedaba duda de que harían su aparición más adelante, aunque quizás en otra parte del Autódromo Hermanos Rodríguez. 

No solamente los pilotos se encontraban aquí. Los ingenieros también platicaban un poco –siempre cuidadosamente para evitar que alguien los escuchara- sobre los monoplazas y los últimos detalles antes de que empiecen las competencias.


Cada caravana tenía dos alebrijes muy especiales, pues fueron diseñados especialmente para los 20 competidores de esta antepenúltima fecha de la temporada 2018 de la Fórmula 1. 

Del lado derecho, el hermetismo y la discreción reinan. De ese lado se encuentra el pit lane: las cocheras donde están los autos. A su alrededor hay un muro con los colores y logos de cada escudería, lo que evita que curiosos puedan ver el trabajo de los rivales. 

Después de esta zona, llega el área de comida y bebida. Pilotos, miembros del equipo, invitados y gente de medios de comunicación llegan a esta zona para relajarse un poco e incluso convivir. Cerveza, tacos, mezcal, helado, churros y esquites son algunos de los productos que se pueden disfrutar en esta zona, la cual presenció una competencia ya clásica de Aston Martin Red Bull Racing: competencias entre sus integrantes. Daniel Ricciardo y Max Verstappen vivieron una dinámica muy especial al romper una piñata personalizada. No es la primera vez que ambos protagonizan momentos divertidos en la F1, y esto provocó que muchos se acercaran para presenciar el momento. El mexicano Esteban Gutiérrez, otro distinguido piloto y embajador de esta edición, también se divertía bastante con la escena, aunque lo hacía a la distancia. 


Aquí mismo se encuentra una barbería. ¿El motivo? Este año está la temática de los bigotes debido a la Fundación Movember, donde se busca concientizar a los hombres sobre el cáncer de próstata. Es por ello que muchos se unieron a la causa y le dieron un toque especial a su mostacho, incluso aquellos que ya están afeitados, como Checo

Después, se encontraba el área de prensa. Un gran establecimiento decorado con grandes cuadros relacionados al deporte motor, y donde su área principal espera recibir a los algunas de estas personalidades en las conferencias tanto de pole position como del ganador de este Grand Prix. 

Por supuesto, los eSports tampoco podían faltar. Fuera de este edificio, estaban dos simuladores, equipados con volante, audífonos y pedales para dar una experiencia completa para aquellos que se animaran a dar una vuelta en un circuito virtual. 


Y al centro de la zona de lounge, se encontraba el trofeo artesanal del Gran Premio de México. El famoso Árbol de la Vida que se dio a conocer en febrero de este año. Hecho por la familia Soteno de Metepec, Estado de México, este galardón busca representar lo mejor de la cultura nacional con aspectos característicos de nuestro país. 

La CdMx ha ganado desde 2015 el reconocimiento de la Federación Internacional del Automóvil como el mejor Gran Premio del año. Y es por el ambiente de fiesta, la alegría y la idiosincrasia que se vive en cada momento en el paddock, que se entiende el por qué ha sido galardonado.

  • Michel Cruz
  • oswaldo.cruz@milenio.com
  • Reportero en La Afición desde 2016. Egresado de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la FES Aragón, UNAM.

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