Cuatro personas ingresaron hoy a la cancha durante la segunda parte de la final del Mundial entre Francia y Croacia en Moscú en una acción que se adjudicó la banda de punk ruso Pussy Riot.
Vestían pantalón negro y camisa blanca para simular un uniforme policial. Una de ellos era una mujer de cabello rubio que chocó las manos sonriente con el francés Kylian Mbappé.
La banda de rock difundió a los pocos minutos un comunicado en redes sociales adjudicándose la acción a la que titularon "La Policía entra en la cancha".
En el texto, la agrupación, conocida por sus protestas contra el Gobierno ruso, reclama que se detenga la violencia policial en Rusia y que sean liberados los presos políticos, entre otras reivindicaciones.
Las cuatro personas fueron sacadas de inmediato del campo por las fuerzas de seguridad.
La banda Pussy Riot realizó numerosas acciones de protesta contra el Kremlin. En 2012, tres activistas fueron detenidas en una iglesia tras una "oración punk".