No hay mañana para Argentina. El comando de Lionel Messi requiere de un triunfo ante Nigeria, en la cancha del estadio San Petersburgo, para pensar en que su amada selección acceda a los octavos de final, sin mencionar que Islandia no debe derrotar a Croacia, aunque esto parece más complejo.
Y más allá de que los sudamericanos no han mostrado capacidad ofensiva y han dado de qué hablar por su ineficacia, las estadísticas avalan a los blanquiazules como los amplios favoritos en un duelo crucial. De las cuatro veces que se han enfrentado en Copas del Mundo, los pamperos tienen el mismo número de triunfos a favor.
Solo Alemania rebasa las ocasiones que Nigeria se ha enfrentado a Argentina en Copas del Mundo; sin embargo, en tono reciente, los africanos sacan ventaja. Corría el torneo de Estados Unidos 94', cuando ambos cuadros coincidieron por primera vez en actividad del sector D; el 25 de junio del año en mención, con doblete y excelente actuación de Claudio Caniggia, los dirigidos por Alfio Basile sumaron tres puntos valiosos; previamente ya habían derrotado a Grecia con contundencia (4-0).
El duelo también es recordado en imágenes por la silueta de Maradona abandonando el campo, de la mano de una enfermera y a pocos pasos de un policía, para practicarle el antidoping. No volvería a jugar. Ocho años más tarde, en la ciudad de Kashima, Japón, la Argentina de Marcelo Bielsa y todas sus figuras volverían a toparse a los africanos.
Fue un duelo más cerrado, que exhibió la evolución de las Águilas; un gol de Gabriel Batistuta, al 63', le daría vida a La Albiceleste, que conseguía también sus primeros tres puntos de la Copa del Mundo del 2002. A aquel conjunto, que realizó una brillante eliminatoria, no le alcanzarían los cuatro puntos para pasar a la siguiente ronda, situación contraria a la actual versión de Messi y los suyos.
El destino es caprichoso, pero aún así, mantenían hegemonía frente a Nigeria. El futbol es enigmático y muchas ocasiones se aferra a personajes, resultados y equipos. Este es el caso. En Sudáfrica 2010, con Diego Maradona como entrenador y con Lionel Messi, actual estandarte argentino en la cancha, Nigeria volvió a cruzarse en su camino.
El Ellis Park de Johannesburgo albergó un nuevo duelo entre estos combinados, dejando un resultado por la mínima a favor de La Albiceleste, ahora con solitaria anotación de Gabriel Heinze y un despliegue destacado de Leo, pero que no logró generar que el marcador fuera más amplio. Tercer compromiso, tercera victoria sudamericana.
Hace cuatro años, en Porto Alegre, Nigeria era el tercer rival de Argentina en la Copa del Mundo; La Albiceleste llegaba con dos triunfos a cuestas, ante Bosnia e Irán, respectivamente, por lo que otra satisfacción ratificaría su postura como favoritos a conseguir el título.
La exhibición en la cancha tuvo como sinónimo a Leo Messi, que marcó dos goles y uno más Marcos Rojo; Ahmed Musa, actual referente de las Águilas, también se hizo presente aquella vez con un doblete, que aún resuena como sólido antecedente. Hoy, una vez más, estos dos saltarán a la escena, con mayor necesidad, pero quizás los mismos resultados.