Los Rams no capitalizaron… y perdieron

Los Ángeles tuvieron un plan de juego que contuvo en 13 puntos a los Pats, pero ellos fallaron a la hora de ejecutar

Los Rams de Los Ángeles perdieron el Super Bowl LIII ante los Patriots (Reuters)
Miguel Boada
Enviado / Atlanta /

Armaron un gran plan de juego, pero al final del juego fue la ejecución la que determinó el desenlace del Super Bowl. Ahí la experiencia terminó siendo factor, pesó, y los Patriots se lo hicieron saber a los Rams, y eso se hizo más evidente para los que estuvieron en algún momento del otro lado, como el receptor Brandin Cooks, quien aunque perdió el año pasado siendo jugador de Nueva Inglaterra, sabe la filosofía que maneja esa escuadra. 

“Ellos hicieron las jugadas. Nosotros tuvimos algunas oportunidades y tuvimos que capitalizarlas, capitalizar los balones que recuperamos, las veces que los detuvimos, pero no lo hicimos”, explicó Cooks. “Nos quedamos muchas veces detrás de las cadenas, no hicimos los primeros y diez, yo tuve que hacer un mejor trabajo”. 

Ese fue el punto de vista defensivo, ¿qué sucedió del otro lado del juego, con la ofensiva? “Jugamos mal hoy”, aseguró CJ Anderson, corredor de los Carneros que terminó con 22 yardas en siete acarreos. “Toda la semana lo dije, que teníamos que ser muy buenos al convertir en tercera oportunidad y no lo fuimos. Teníamos que haber sido un gran dolor para ellos por tierra y no lo fuimos, y eso hace que sea una derrota muy dolorosa”. 

El ataque de los Rams que promedió 32 puntos por juegos fue borrado a solo tres unidades, con 260 yardas totales y 14 primeros y diez, yéndose 3-13 en conversiones de tercera oportunidad. 

“Nosotros nos vencimos a nosotros mismos. Ellos jugaron una gran partido, hicieron algunos cosas que querían hacer, pero nosotros nos vencimos a nosotros mismos”, sentenció CJ. 

El plan de juego de los Carneros evidentemente apuntaría a contener el ataque terrestre de la escuadra de Los Ángeles. Y eso hicieron colocando cinco, seis y hasta siete hombres cerca de la línea de golpeo para evitar que tuvieran grandes espacios para mover el balón. Y les funcionó al solo poder sumar 62 yardas terrestres. 

Ellos ganaron el control de los huecos, nos limitaron los espacios en los que podíamos tener yardas para correr, y ahí perdimos muchas oportunidades”, dijo Andrew Whitworth, liniero ofensivo. “No creo que nos hayan sorprendido, simplemente no ejecutamos. Lo habíamos dicho, el equipo que saliera a ejecutar mejor era el que iba a ganar. Creo que ninguno de los dos ejecutó al más alto nivel, pero fueron mejores”.


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