“Esto me motiva a volver”: Brady

Una espectacular serie ofensiva de cinco jugadas y una noche inspirada de la defensiva y Nueva Inglaterra empata a Pittsburgh con la mayor cantidad de títulos en la historia

Tom Brady (AFP)
Miguel Boada
Atlanta, Georgia /

No hay mejor manera de callar a los críticos que ejecutando y que ganando el sexto título en su carrera. Un quarterback de 41 años de edad es todavía mucha pieza para muchos equipos de la NFL, para los que terminaron con mejor marca que su escuadra en la Conferencia Americana y para un monstruo como los Carneros. Una defensiva indescifrable, un staff de coacheo que raya en la genialidad y Tom Brady solo necesitó hacerse cargo totalmente del equipo en una serie para resolver el juego.

“Muy orgulloso de mi equipo, gracias a los fans por todo el apoyo. Ve esto, esto me motiva a volver la siguiente temporada”, fueron las palabras de Tom Brady en el podio, después de haber levantado el Vince Lombardi.

Brady armó dos ofensivas contundentes en el cuarto cuarto que se convirtieron en 10 puntos con los que ganó su sexto Super Bowl. La defensiva hizo su parte al mostrar las carencias de los Carneros (seis primeros y diez y solo 124 yardas totales después de tres cuartos). 

Todo se vio como algo muy sencillo, pero así lo hizo ver el mariscal de campo con más títulos en la historia, de hecho, el jugador que tiene la misma cantidad de trofeos de campeón que los Acereros de Pittsburgh. Y sí, fue en una noche en la que no lanzó un solo pase de anotación, pero eso no importó.

“No puedo creerlo. Qué gran año”, continuó el mariscal de campo. “¿Qué tal el trabajo que hizo la defensiva? Jugaron increíble. Nos tomó algo de tiempo pero encontramos la manera. Lo hicimos contra Kansas City, lo hicimos contra Cargadores y lo hicimos esta noche. Todos equipos distintos, todos estilos diferentes pero somos los campeones, es irreal”.

Fue muy diferente a otros Super Bowls, ya que el Brady apabullante o protagonista no apareció sino hasta cuando fue necesario: para acabar el juego. Quizá fue el grito de ‘Brady, Brady, Brady’ que se empezó a escuchar en el estadio en el cuarto periodo, con 9:49 por jugar y con el encuentro empatado a tres puntos, es el que lo llevó a mostrarle a Carneros, a la NFL y a los fans, que es un jugador fuera de serie, y que Bill Belichick es un genio a la hora de crear planes de juego.

Los fans de los Patriotas no habían visto al equipo contundente al que están acostumbrados, pero ni esa falta de punch. Ya habían pasado tres cuartos en los que la defensiva de los Carneros se encargaba de contener a los Pats con un Brady relativamente callado. Y el quarterback respondió como sabe, tomando el control de la cosas y lanzando. Con cuatro pases llegaron de la yarda 31 de su lado a la 2, y desde ahí Sony Michel solo tuvo que cruzar la línea de gol para concretar el primer touchdown del juego. Se tardó 38 minutos de juego pero con una sola serie, Brady acabó el juego.

La defensiva de los Patriotas hizo muy bien su parte, exhibiendo a los Carneros, haciéndolos ver mortales, controlaron la línea de golpeo, no dejaron en paz a Jared Goff y cuando intentaron responderle con la misma moneda, los llevaron a cometer un error.

Momentos antes los Rams habían decidido ser atrevidos y lograron un gol de campo con el que empatarían a tres puntos el juego. Entonces vino la respuesta de los Pats, anotando siete puntos y yéndose al frente 10-3.

Los Carneros entonces tenían siete minutos para empatar, para no quedarse con el sueño de ser campeones. Goff empezó a mover las cadenas. De su yarda 25 llegaron a la 27, y desde ahí vino un pase con el que querían dar un golpe. Pero el envío sorprendió a todos menos a los Pats. Stephon Gilmore interceptó el envió.

Entonces ahí los Carneros aprendieron una dura lección del Super Bowl, aún están verdes para aspirar a ganarle al quarterback y al entrenador en jefe dueños de seis anillos de campeón. Lo intentaron, sí, su defensiva hizo un gran trabajo al dejar en 13 puntos a Brady y compañía, pero la otra parte del juego, el ataque, desapareció.

Con el balón de nuevo en sus manos, Brady comandó una ofensiva que consumió 3:05 y sumaron tres puntos para dejar fuera del alcance el juego. Estaban 13-3 con 1:12 por jugar, ya no había nada por hacer.

Y así las cosas terminaron como los Pats querían, con Tom Brady poniendo la rodilla en el suelo para consumir los últimos cinco segundos de la temporada, los segundos con los que llevan su legado a nivel de leyenda.

“Solo soy un jugador bendecido por estar con los mejores compañeros a través de tantos años, desde el equipo del 2001 hasta llegar al de ahora. Amo a estos jugadores. Esto es lo que hace especial a este equipo, la hermandad”, sentenció el mariscal de campo.

Terminó con 21 pases completos de 35 intentos, para 262 yardas, sin pase de anotación y un interceptado, una de sus noches más mortales, pero curiosamente, es la noche que lo llevó a la inmortalidad. Y hay que prepararse porque todavía tiene más historia por escribir.