A Tom Brady le basta armar una ofensiva contundente para ganar su sexto Super Bowl. La defensiva hizo su parte al mostrar las carencias de los Carneros y dejarlos solo en tres puntos, mientras él acabó con su rival en una serie ofensiva, después de pasar tres cuartos relativamente callado. Pareció algo muy sencillo, pero así lo hizo ver el mariscal de campo con más títulos en la historia, de hecho, él solo tiene la misma cantidad de trofeos de campeón que los Acereros de Pittsburgh.
Fue muy diferente a otros Super Bowls, ya que el Brady apabullante apareció cuando era necesario, y fue para acabar el juego. Quizá fue el grito de ‘Brady, Brady, Brady’ que se empezó a escuchar en el estadio en el cuarto periodo, con 9:49 por jugar y con el juego empatado a tres puntos, es el que lo llevó a mostrarle a Carneros, a la NFL y a los fans, que es un jugador fuera de serie, y que Bill Belichick es un genio a la hora de crear planes de juego.
Los fans de los Patriotas esperaban ver la primera ofensiva contundente del equipo. Ya habían pasado tres cuartos en los que la defensiva de los Carneros se encargaba de contener a los Pats con un Brady relativamente callado. Y el quarterback respondió como sabe, tomando el control de la cosas y lanzando. Con cuatro pases llegaron de la yarda 31 de su lado a la 2, y desde ahí Sony Michel solo tuvo que cruzar la línea de gol para concretar el primer touchdown del juego. Se tardó 38 minutos de juego pero con una sola serie, Brady acabó el juego.
La defensiva de los Patriotas hizo muy bien su parte, exhibiendo a los Carneros, haciéndolos ver mortales, controlaron la línea de golpeo, no dejaron en paz a Jared Goff y cuando intentaron responderle con la misma moneda, los llevaron a cometer un error.
Momentos antes los Rams habían decidido ser atrevidos y lograron un gol de campo con el que empatarían a tres puntos el juego. Entonces vino la respuesta de los Pats, anotando siete puntos y yéndose al frente 10-3.
Los Carneros entonces tenían siete minutos para empatar, para no quedarse con el sueño de ser campeones. Goff empezó a mover las cadenas. De su yarda 25 llegaron a la 27, y desde ahí vino un pase con el que querían dar un golpe. Pero el envío sorprendió a todos menos a los Pats. Stephon Gilmore interceptó el envió.
Entonces ahí los Carneros aprendieron una dura lección del Super Bowl, aún están verdes para aspirar a ganarle al quarterback y al entrenador en jefe dueños de seis anillos de campeón. Brady comandó una ofensiva que consumió 3:05 y sumaron tres puntos para dejar fuera del alcance el juego.
Y así las cosas terminaron como los Pats querían, con Tom Brady poniendo la rodilla en el suelo para consumir los últimos cinco segundos de la temporada, los segundos con los que llevan su legado a nivel de leyenda.