Sara Sorribes Tormo llegó a Zapopan para aprender el dicho que cuenta que “siempre hay una primera vez”. La española, que nunca había sabido lo que significa ser campeona, por fin experimentó el sentimiento más importante que puede tener una tenista en su carrera.
El título fue un claro premio a la consistencia y a la perseverancia que caracterizaron a Sara durante toda la semana. Una concentración continua que no encontraba descansos. La final fue más de lo mismo: una jugadora que sin arriesgar en sus intercambios encontró la manera de desestabilizar a cada una de sus rivales.
Bouchard fue la encargada de poner el primer juego en el marcador, pero no sabía que sería solo uno de dos que lograría durante la primera manga. Sorribes salvó un punto de quiebre con su primer turno al saque para después romper el el siguiente turno de su rival.
Luego de confirmar el quiebre, Genie logró el último de sus juegos del primer set. El resto del capítulo fue para Sara, que se adelantó en el marcador con un 6-2 mientras Bouchard desahogaba toda su frustración con su raqueta y la pista de la Cancha Central.
Sorribes se encaminó al título con un quiebre tempranero, aunque Bouchard demostró que quería pelear hasta el final. La canadiense recuperó el servicio para perderlo inmediatamente después, aunque nuevamente podría emparejar las acciones. El segundo set llegó al 3-3.
Después de adelantarse por primera vez en el parcial, Eugenie consiguió un quiebre que le dio la oportunidad de servir para llevarse el segundo set. La concentración de la canadiense volvió a flaquear, los errores regresaron y Bouchard sufrió un quiebre más. Sorribes aprovechó el momento y ya no frenó hasta que consiguió la victoria.
Con parciales de 6-2 y 7-5, Sara Sorribes Tormo se convirtió en la nueva campeona del Abierto Zapopan. Una jugadora que encontró en Jalisco la mejor oportunidad para inaugurar su palmarés.
JMH