Fue una época confusa y triste para el tenis. A los tan solo 26 años de edad, el jugador que había reinventado el juego con un revés a dos manos, entre varias otras técnicas innovadoras de su estilo, anunciaba sus planes de retirarse. Era febrero de 1983 y en entrevista para el New York Times Björn Borg declaraba que "esperaba que este sentimiento que tengo cambiaría para enero, que diría ‘OK Disfruto esto de vuelta’… Cuando sales a la cancha, deberías decir ‘esto es genial, voy a pegarle a la pelota de tenis, voy a tratar de ganar cada punto y me gustaría hacer un buen tiro. Si no piensas y sientes eso, es muy complicado jugar".
Ya en 1982 solo había participado en Montecarlo en abril, venía de perder la final de Wimbledon en 1981 ante John McEnroe y también la del US Open. Sin la motivación necesaria y con el panorama de ya no poder retener el No. 1 del ranking ante McEnroe, tras meses intermitentes llegó el anuncio y en 1983 solo participó una vez más en Montecarlo y en Sttutgart. Incluso su gran rival intentó convencerlo de quedarse en el tour y se rumoró que su entonces esposa le pidió renunciar, pero ninguna de los tantas versiones para justificar la decisión eran verdad. Los medios y seguidores simplemente no podían aceptar que Borg había dejado de disfrutar el juego.
“Me tomó muchos años encontrar paz conmigo mismo y encontrar lo que realmente quería hacer. Tuve mucha decisión y oportunidades. Intenté muchas cosas, algunas buenas, otras malas. Me ha tomado todos estos años llegar a donde quiero estar” confesó a The Guardian en 2007 a los 51 años. Ahora con 64 recién cumplidos se podría decir que fue más grande que el juego. Al final IceBorg, como era apodado por su frío temple, se retiro con 63 títulos, seis en Roland Garros y cinco en el césped de Wimbledon.
Muy recordado también por su rivalidad con John McEnroe, dos opuestos en estilo de juego y personalidades, la final de 1980 entre ambos en Wimbledon a cinco sets es de los momentos más importantes en la historia del deporte e incluso hay una película enfocada en dicho partido. Se dedicó a las bienes raíces tras su retiro e intentó regresar nueve años después, aún con una raqueta de madera y fuera de forma, está de más decir que fue un fracaso.
SFRM