Dos históricos y no solo por ser los primeros ganadores de Wimbledon en su primera edición de la era abierta en 1968, si no por todo lo que lograron antes y después. Han pasado ya 52 años desde que el tenis se volvió profesional en aquella edición que vivió el 6 de julio sus finales en la rama femenil y varonil donde hay que aceptar que los campeones no fueron del todo una sorpresa.
Tanto Billie Jean King como Rod Laver ya habían ganado Wimbledon en la era amateur, ambos en 1961 y 1962 y la estadounidense repitiendo en 1965 y 1967 por lo que en 1968 ya acumulaba cinco títulos en la catedral del tenis y conseguiría otros cinco más, parte de sus 18 Grand Slams en total, 11 de ellos en la era profesional. En aquella final se enfrentó a la australiana Judy Tegart que como pareja de Margaret Court en dobles consiguió varios títulos, pero que en Wimbledon disputó su única final de singles de Grand Slam. No fue mayor amenaza para Billie que defendía su corona y la venció 9-7, 7-5.
En la rama varonil los nombres que más llamaban la atención además del legendario Laver, eran John Newcombe que era el actual campeón, Arthur Ashe que lo eliminó en cuarta ronda y Roy Emerson. La final fue completamente australiana pues Rod Laver se midió ante Tony Roche y lo terminó por vencer 6-3, 6-4, 6-2. Laver vivió su último histórico año en 1969 cuando consiguió por segunda vez en su carrera conquistar los cuatro Grand Slams en un mismo año, nadie ha repetido tal hazaña.
Es de prestigio que dos leyendas hayan inscrito su nombre en las placas de aquella edición que fue un parteaguas en Wimbledon. Además fue la primera en que se repartió una bolsa monetaria y la igualdad salarial estaba lejos de hacerse una realidad por lo que el australiano se adjudicó 2000 libras y Billie Jean King tan solo 750.
JMRS