El polémico jugador australiano Nick Kyrgios parece haber encontrado al fin un balance en su vida que lo lleva a atravesar el mejor año de su carrera profesional. Todo comenzó en enero cuando conquistó el dobles en casa, en el Abierto de Australia. Más adelante llegó a la final de Wimbledon, misma que perdió ante Novak Djokovic y bien si desde esa actuación pudo haber dado un gran brinco en el ranking por su actuación, el castigo sin puntos para el Grand Slam tuvo que esperar.
Vuelve a ser campeón tras una semana perfecta y tras tres años de sequía en singles. Finalmente con 27 años está de vuelta al Top 40 tras volver a conquistar el Citi Open donde sumó su séptimo título ATP. Su misión será seguir subiendo de ranking para tener mejores posibilidades en el sorteo del último Grand Slam del año. El US Open inicia el 29 de agosto en Nueva York y Kyrgios ya pinta como favorito. En Washington no le rompieron el saque en toda la semana, de las 64 veces que sacó, ganó todos los juegos. Una cifra que define su nivel en la actualidad.
“He estado en lugares oscuros, mucha gente me ha ayudado a salir. Estoy demostrando una fortaleza que me da la posibilidad de ganar torneos como este. Quiero agradecer a los jueces de silla, con los que siempre tengo problemas, pero nos hemos llevado bien esta semana. “Es simplemente muy emotivo para mí. Ver dónde estaba el año pasado a ahora es simplemente una transformación increíble” declaró durante la ceremonia de premiación.
Después de ganar el dobles junto a su compatriota Thanasi Kokkinakis en Atlanta la semana pasada, repitió en dobles varonil en Washington junto al estadounidense Jack Sock. Ya suma tres en esta categoría y se convirtió en el primer jugador en conquistar ambos cuadros el mismo año en la historia del torneo. Ahora disputa el Masters 1000 de Montreal donde encontrará mayores retos, pero donde puede demostrar hasta donde es capaz de llegar con su tenis para el cierre de año.