El español Pablo Carreño se enfrentará a Rafael Nadal en las semifinales del Barcelona Open Banc Sabadell, tras remontar un partido que casi tenía perdido contra el argentino Diego Schwartzman, por 6-4, 3-6 y 7-5, en dos horas y 34 minutos.
Carreño tuvo que remar a contracorriente desde el principio porque Schwartzman empezó a un gran nivel, alargando cada intercambio y obligando a su adversario a devolver siempre una bola más si quería ganar el punto.
El noveno jugador de la ATP y cuarto favorito en Barcelona rompía el servicio de Carreño en el séptimo juego para ponerse 4-3 y saque. Pero la reacción del asturiano fue fulminante, acelerando cada intercambio para devolverle inmediatamente el 'break', ganar su servicio con autoridad y cerrar el primer set con una nueva rotura.
Entre contrariado y desconcertado, Schwartzman se iba al descanso pensado qué había empezado a hacer mal y salió en el segundo set dispuesto a darle la vuelta.
El argentino puso una marcha más. Con un juego más profundo, intentando romperle el ritmo de vez en cuando a Carreño con alguna dejada y prodigándose con mayor frecuencia en la red lograba quebrarle de nuevo el servicio a su rival.
Carreño igualó en intensidad a Schwartzan para agarrarse al segundo set, pero no tuvo ni un sola ocasión para devolverle el 'break' y el bonaerense volvió a romperle el saque en el último juego para igualar el partido.
El campeón de Buenos Aires y el campeón de Marbella decidirían su suerte en una tercera manga. Y de nuevo fue Schwartzman quien pegó primero. Rompió el saque de Carreño para ponerse 2-0, y respondió a la siguiente rotura del español para hacerle un nuevo 'break'.
Su adversario tendría otras tres opciones para devolverle el quiebre en el siguiente, pero el argentino, un jugador tremendamente peligroso cuando está pletórico de confianza, lograba salvar su saque para colocarse 4-1.
Con 5-2 para Schwartzman emergió el mejor Carreño, defendiéndose con el cuchillo entre los dientes de los aguijonazos del 'Peque' desde la línea de fondo y contraatacando con golpe maestros a las líneas a la menor ocasión.
Dos roturas consecutivas, en mitad de intercambio interminables, lo colocaban con 6-5 y saque para ganar el partido. Para entonces, el tenista sudamericano estrellaba su raqueta en una lona de publicidad consciente de que ya estaba entre las cuerdas.
Y Carreño sacó para jugar un último juego excelso y ganarse el derecho a medirse al 'rey de la tierra' en la pista que lleva su nombre: la central Rafael Nadal.
RGS