Si bien un jugador como Rafael El Pelón Osuna no se ha podido repetir en México, tampoco un capitán como Pancho Contreras, que en el año 1962 pasó cualquier cantidad de peripecias para llevar a su equipo a la Final de la Copa Davis ante Australia, un hito que no se ha repetido para el tenis nacional.
“Jugaron, viajaron y pasaron hambre juntos para poder lograr el más alto nivel”, recuerda Pancho Contreras hijo para La Afición sobre las historias que su padre le contó al crecer.
Francisco Contreras [Fototeca MILENIO]
Creada en 1900, la Copa Davis contó con la participación de México desde 1924, pero los 30 distintos jugadores que habían desfilado por el torneo amateur solo habían podido ganar 49 de los partidos 177 disputados hasta 1956; dicho antecedente y la marca 0-12 ante Estados Unidos dio pie a la creación de una legendaria generación, la de los cuatro mosqueteros ideada por el capitán Francisco Contreras.
“Mi papá me cuenta que en 1957 reúne al equipo, a Mario Llamas, al Pelón Osuna y a Antonio Palafox y los compromete a hacer todos los sacrificios necesarios, a renunciar a todos los lujos que pudieran tener para irse con los mínimos recursos a viajar por el mundo, a donde pudieran jugar la mayor cantidad de torneos para alcanzar un mejor nivel. Él desde el principio les dijo que eran cinco años de sacrificio, de fogueo, para en 1962 pretender llegar a la final”.
Dicho y hecho, entre 1957 y 1961, de 49 partidos sacaron 30 victorias: “No había dinero profesional, no había patrocinadores; gente rica ponía de su bolsa para financiar a estos cuatro jugadores, recibían viáticos a través de la Federación de Tenis, pero tenían que compartir habitaciones, no tenían ni para zapatos nuevos, ellos mismos encordaban sus raquetas y no se ganaba dinero, porque si te volvías profesional ya no podías jugar la Copa Davis”, comenta Pancho hijo.
Los cuatro mosqueteros [Fototeca MILENIO]
En 1960, Rafael Osuna conquista el dobles de Wimbledon y en 1962 el US National Championships junto a Antonio Palafox, para después dar inicio a una odisea que empieza de manera histórica, cuando México vence en la 2da ronda de la Zona Americana a Estados Unidos en el Centro Deportivo Chapultepec.; tal batalla los lleva a la final de la zona contra Yugoslavia y después se midieron con Suecia en una reñida serie. Previo a enfrentarse a Australia, el último gran reto era viajar más de 15 mil km hasta India para medirse bajo el calor de 45 grados al equipo local.
Con Paz
“Fue un viaje de más de 10 días, primero volando a Nueva Orleans y después a París; ahí, mi papá no duda en llamar al embajador de México en India, Octavio Paz, quien les consigue viáticos para que lleguen a un hotel sin costo, a cargo de la embajada. Tras un par de días en Nueva Delhi les llega una noticia terrible, India entra en guerra con Pakistán y comienzan los problemas de traslado y eventos masivos por miedo a atentados. El gobierno decide cambiar la sede a Madras, una ciudad al sur de India y los quieren trasladar por tren”.
Aquí es cuando el poeta mexicano se convierte en una especie de padrino y salvador para el equipo, ya que les consigue un vuelo e, incluso, viaja con ellos a una sede que no estaba preparada para recibir una serie de tenis.
“A mi papá lo llevan a un parque donde están construyendo un estadio con varas de bambú amarrado con cuerdas, levantan un estadio para 20 mil personas, pero cuando están viendo cómo construyen, ve como aplanan el pasto y traen cubetas llenas de un material café ¡resulta que era estiércol de vaca! Se hace como una mezcla de arcilla y césped y ya que terminan la cancha piden practicar. Tras pelotear un par de horas, Pancho les pregunta ‘¿cómo está la cancha, cómo la sienten?’. El Pelón le contesta ‘¡Capitán, la cancha está perfecta!’ No lo podían creer. Pero mi papá decide como estrategia decir que estaba en terribles condiciones y que no era posible jugar así, por lo que los locales salieron confiados”. México sorprende y vence 5-0 la serie.
Ahora, contra Australia
Aunque México ya había hecho historia debido a que solo Australia, EU, Gran Bretaña e Italia habían llegado a la final de la Copa Davis, una vez más el problema era viajar a su siguiente destino para enfrentarse a los campeones con leyendas como Rod Laver y Roy Emerson. Entonces Octavio Paz les consiguió un vuelo a Hong Kong, pero ahí les avisan que el protocolo es ir de esmoquin a una recepción en Australia.
“Van caminando y ven una tienda de trajes y resulta que el dueño es un indio que supo que ellos eran los mexicanos que vencieron a su país; mi papá pide la cuenta y ve que son mil 500 libras y se le ocurre una idea genial: ‘le juego la cuenta en un partido, doble o nada’, le propone y el dueño acepta y se enfrenta a Héctor Mestre, quien era la cabeza de la Federación Mexicana de Tenis y que los había alcanzado en la travesía. La cuenta sale gratis”.
Francisco Contreras [Fototeca MILENIO]
Pancho Contreras y compañía terminan siendo derrotados 5-0, pero fue el subcampeonato más glorioso en la historia del tenis nacional.