La US Tennis Association decidirá en junio si el US Open, normalmente el último Grand Slam del año en el tenis, podrá llevarse a cabo en las fechas programadas a finales de agosto y bajo que condiciones tendría que darse. Parte de su futuro económico depende de la realización del torneo y eso se debe a que la federación de tenis de Estados Unidos depende desde hace 139 en su mayoría del prestigio del cuarto GS en el calendario de la ATP.
Fue un 21 de mayo de 1881 cuando en Nueva York se fundó la hoy conocida como USTA bajo el nombre US National Lawn Tennis Association y ese mismo año el predecesor del US Open nació como el Campeonato Nacional de Singles de EU para hombres. Como suele suceder en la particulares historias del deporte asociado, en aquel entonces un grupo de tenistas y administradores de clubes del noreste del país, que en su mayoría eran para practicar este deporte, buscaron poner en forma reglas y competiciones para todos, así que solo los miembros podían participar en el ahora histórico torneo antecesor.
Los torneos de tenis en general, a diferencia de otras ligas deportivas con sus contratos por derechos de televisión, dependen más para su sustento de la venta de boletos, aunado a la venta de mercancía en los eventos y los ingresos por consumo. Por lo mismo, ante la pandemia, el futuro de la USTA y de sus socios comerciales dependerá en gran porcentaje del US Open 2020. Un torneo sin publico no es de las opciones que más le llaman la atención al organismo por lo mismo, pero en ellos quedará la decisión ya que son los organizadores. El dinero que ingresa se reinvierte en el propio US Open por eso la USTA y el torneo dependen de sí mismas.