Son las únicas dos mujeres tenistas en enfrentarse consecutivamente en cuatro finales de Grand Slam, desde Roland Garros 2002 hasta el Abierto de Australia en 2003, así de única es la historia de las hermanas Williams. Una rivalidad que marcó la pauta en la rama femenil del deporte blanco y las últimas grandes nominadoras del circuito de la WTA.
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Pero siempre habrá una primera vez y más allá de que hubo más memorables batallas, las hermanas siempre recordarán la final del US Open 2001 donde en 69 minutos y tan solo dos sets Venus, de 21 años, logró defender su título y vencer 6-2, 6-4 a Serena de 19. Era la décima vez que se enfrentaban en un Grand Slam y la mayor con absoluto dominio había ganado todos dichos encuentros. “Estoy decepcionada, pero solo un poco porque Venus ganó” dijo Serena tras abrazar a su hermana. Algo que la hizo también especial fue que logró ser la primera final de mujeres programada en el horario estelar en Flushing Meadows.
Ya antes había habido una final entre hermanas, 117 años atrás en la era amateur en Wimbledon. Serena en total acabaría ganando hasta el momento 6 títulos de Nueva York, mientras que Venus solo esos dos consecutivos. Antes su primera final en el tour de la WTA fue en Key Biscane en 1999, su padre, el responsable del éxito de las hermanas tituló el partido “Bienvenidos al show de las Williams”.
En cuestión de la primera en llegar a conquistar un Grand Slam fue Serena triunfando en el US Open de 1999, mientras que Venus Williams, a pesar de ser la mayor, tuvo que esperar a Wimbledon en el 2000, nada más y nada menos que la Catedral. Aquel año vale la pena recordar que fue de ensueño donde logró también dos oros en los Olímpicos de Sydney. Al final en enfrentamientos totales Serena lleva la ventaja 18-12 ante su hermana. Con 40 y 38 años, lo mejor de esta rivalidad ya quedó en el pasado. Serena ahora tiene el récord de superar la marca de 24 Grand Slams de Margaret Court.
RGS