Khabib Nurmagomedov tuvo seis meses para acumular su ira hacia Conor McGregor y el resultado fue una bronca que puede costarle cara.
Tras vencer al irlandés en UFC 229 y retener el título ligero del UFC agredió a Dillon Danis, entrenador de jiujitsu del irlandés y desató una campal en la arena T-Mobile.
Sus hermanos golpearon a Conor la espalda y éste respondió, tres personas resultaron detenidas en medio de un caos que se alargó durante más de cinco minutos donde la policía de Las Vegas y los cuerpos de seguridad del recinto trataban de contener el problema.
McGregor no presentó cargos así que nadie pasará la noche en prisión, por lo que Nurmagomedov dio una breve conferencia de prensa.
“Solo quiero ofrecer una disculpa a la Comisión Atlética de Nevada, a Las Vegas. Se que este no es mi mejor lado. Porque hablan tanto sobre mí saltando de la jaula, el habló mal de mi religión, habló mal de mi país, habló mal de mi padre, fue a Brooklyn y atacó un camión donde casi mata a alguien, porque todos hablan sobre mí”, dijo el nacido en Daguestán con el cinturón junto a él refiriéndose al incidente de abril donde McGregor lanzó un diablito de acero al camión donde viajaba luego de un acto de prensa en UFC 223.
Nurmagomedov aseguró que “Este es un deporte de respeto, no un reporte donde hablas mierda, no puedes hablar de religión y de las naciones de los otros y esto para mí es muy importante, sé que mi padre me va a golpear cuando regrese”, continuó.
La molestia del monarca de las 155 libras es amplia, sobre todo por los insultos a su nación y el hecho de que metiera al presidente Vladimir Putin, cuando se tomó una foto junto a él en la final de la Copa del Mundo. “Él se tomó una foto con Putin y así, pues acaba de hablarme para felicitarme y decirme lo orgulloso que está”, exclamó antes de abandonar la sala de prensa.
Khabib espera la resolución de la Comisión Atlética de Nevada, que retuvo su cheque por el pago garantizado y podría suspenderlo por sus acciones fuera de la jaula.