El desastre posterior a la pelea de UFC 229 ensució el mejor evento en los 25 años de historia de la promoción. Al menos en lo que al terreno de las ventas se refiere, pues según reportes del sitio MMAFighting.com, la cartelera estelarizada por Khabib Nurmagomedov y Conor McGregor cerró muy cerca de los 2.4 millones de pagos por evento vendidos en Estados Unidos, Australia y Canadá, mercados donde se utiliza ese modelo de negocio. 20 por ciento de las compras se realizaron de manera digital.
Con ésta cifra, la rivalidad entre el ruso y el irlandés por el título del peso ligero habría superado ampliamente el récord de 1.5 millones de compras impuesta por el propio McGregor ante Nate Díaz en UFC 202 en agosto del 2016, el primer choque ente ambos en UFC 196 había vendido 1.3 millones, al igual que UFC 205 cuando McGregor venció a Eddie Álvarez y se convirtió en el primer monarca en simultáneo de dos categorías.
Aunque en los números del boxeo solo se cuentan los pagos por evento vendidos en Estados Unidos y Canadá, la cifra de UFC 229 superaría ampliamente al combate con mayor recaudación en el 2018 sobre el cuadrilátero, la revancha entre Saúl ‘Canelo’ Álvarez ante Gennady Golovkin aunque estaría muy lejos de los 4.6 millones establecido por el enfrentamiento entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao en mayo de 2015, que luce inalcanzable.
Así McGregor amplía su ventaja como en mayor vendedor en la historia de las artes marciales mixtas, pues forma parte de cinco de las seis carteleras con mayores ganancias y la segunda con mayores ingresos en la historia del boxeo (4.3 millones ante Mayweather).