La tala clandestina en la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca se incrementó 42 por ciento al pasar de 0.6 hectáreas durante la temporada 2016-2017 a 1.4 en 2017-2018. El fenómeno se concentró, en dicho periodo, en la comunidad San Felipe de los Alzati, en el municipio de Zitácuaro, Michoacán —uno de los 30 ejidos que constituyen la reserva— donde “el debilitamiento de la cohesión social provocó la tala de 1.2 hectáreas”, informó la Alianza WWF-Fundación Telmex Telcel, al presentar los resultados del monitoreo forestal que realiza en coordinación con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el Instituto de Biología de la UNAM.
En San Felipe de los Alzati se presentó tala clandestina por cuarta ocasión. Durante la temporada 2014-2015 se registró la extensión devastada más grande en esa comunidad con 19.13 hectáreas taladas. En 2015-2016 la afectación fue de 0.70 hectáreas y en 2016-2017 registraron 0.26.
Además, el monitoreo arrojó que la sequía que afecta a la región desde hace varios años causó estragos en 3.9 hectáreas, “casi el triple que el periodo anterior”, y debido a los trabajos de saneamiento forestal se perdieron 1.4 hectáreas de bosque, más 1.4 taladas, suman 6.7 hectáreas de bosques afectadas en la reserva entre febrero de 2017 y marzo de 2018; sin embargo, representa una reducción de 57.6 por ciento respecto a las 15.8 hectáreas degradadas durante el periodo 2016-2017.
“La degradación forestal disminuyó porque no hubo tala clandestina a gran escala, se terminaron los impactos derivados de las tormentas de 2016 y no se registraron nuevos eventos climáticos. Desde 2009 se ha logrado una reducción significativa de la tala ilegal gracias al compromiso de los ejidos y comunidades indígenas, los esfuerzos de vigilancia y el pago por servicios ambientales. Es indispensable no bajar la guardia y trabajar también en el desarrollo de las comunidades locales”, dijo Jorge Rickards, director general de WWF México.
De acuerdo con el monitoreo, solo en cinco de los 30 ejidos y comunidades que constituyen la reserva registraron tasas de tala clandestina. En el Ejido San Felipe de los Alzati en Zitácuaro, se reportó la mayor extensión devastada por tala ilegal: 1.2 hectáreas, mientras que en el Ejido Crescencio Morales y Nicolás Romero que se encuentran en el mismo municipio fueron 0.054 y 0.067 hectáreas taladas, respectivamente.
En el municipio de Angangueo solo se registró un punto afectado de 0.013 ha en la comunidad indígena de San Cristóbal. Mientras que en el Estado de México, sólo hubo problemas de tala clandestina en el Ejido Rosa de Palo Amarillo en el municipio de Donato Guerra, donde 0.045 hectáreas fueron afectadas.
La reserva protege 56 mil 259 hectáreas que incluyen 13 mil 551 de zona núcleo, entre Michoacán y el Estado de México, donde se encuentran los bosques en los cuales hibernan las mariposas Monarca (Danaus plexippus) tras viajar más de 4 mil kilómetros desde Canadá y EU para pasar el invierno en el país.
Los resultados del monitoreo son la base científica para la entrega de los incentivos económicos del Fondo Monarca a los dueños de la zona núcleo, como parte de una estrategia de conservación creada hace 15 años por WWF y el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, en coordinación con la Semarnat y los gobiernos de Michoacán y el Estado de México.
Persiste la tala clandestina en reserva de mariposa Monarca
San Felipe de los Alzati, en Michoacán, es la zona más afectada.
México /