Faltaba poco más de año y medio para que se celebraran las elecciones presidenciales del 1 de julio, pero Andrés Manuel López Obrador ya imaginaba cómo viviría, de resultar ganador.
Palacio Nacional, el nuevo hogar del Presidente
El 17 de diciembre de 2016, López Obrador adelantó que, de vencer en las elecciones, viviría en Palacio Nacional mientras que la residencia oficial de Los Pinos sería un espacio público dedicado al arte, la cultura y la ciencia.
Dicho recinto formaría parte del circuito integrado por otros espacios culturales de la zona de Chapultepec, y juntos conformarían algo que él llamó "metrópoli del conocimiento".
El tabasqueño dijo incluso que el nuevo espacio llevaría por nombre Lázaro Cárdenas.
"El general Cárdenas fue el que adquirió lo que ahora se conoce como Los Pinos cuando ya no quiso vivir en el Castillo de Chapultepec", recordó.
Un Presidente sin los servicios del Estado Mayor Presidencial
López Obrador expresó también su aspiración por que el futuro Presidente de México pudiera ir por las calles "como cualquier otro ciudadano", sin escoltas ni guardaespaldas, sin un aparato que lo cuide.
¿Con qué objetivo? Con el de ahorrar dinero y hacer de lado cualquier dejo de prepotencia y "fantocherías", explicó. Según dijo, ello ayudaría a construir un nuevo estilo de gobernar, uno guiado por la rectitud, austeridad y honestidad.
El ahora Presidente electo anticipó que los elementos del Estado Mayor Presidencial habrían de incorporarse a la Secretaría de la Defensa Nacional.
"El que lucha por la justicia no tiene nada que temer", consideró.
Austeridad
Durante su tercera campaña presidencial, López Obrador también garantizó que, de ser el próximo Presidente, cobraría la mitad de lo que gana actualmente Enrique Peña Nieto, cuyo sueldo supera los tres millones de pesos al año.
Asimismo, prometió no viajar en el avión presidencial, que en reiteradas ocasiones aseguró que "no lo tiene ni Donald Trump", al que supuestamente se lo habría ofrecido.
¿Cumplirá con el estilo de vida que prometió?
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