Familia política de colaborador de AMLO es socia de filial de Odebrecht

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La familia política de Javier Jiménez Espriú e incluso su esposa son socios de la empresa mexicana Idesa, socia de una filial de Odebrecht.

(Foto: Ariana Pérez | Milenio)
Verificado 2018
Ciudad de México /

Durante el debate, el candidato José Antonio Meade denunció que la familia política de Javier Jiménez Espriú, colaborador de Andrés Manuel López Obrador, son socios de una filial de Odebrecht.

El caso es cierto. La esposa de Jiménez Espriú y su familia son socios de la empresa mexicana Idesa, misma que es socia de Braskem, una filial de Odebrecht que participa en el complejo Etileno XXI.

Este complejo produce polietileno en México y es señalado de prácticas monopólicas, además de provocar pérdidas millonarias a Pemex.

Etileno XXI fue un negocio aprobado por el mismo Meade Kuribreña cuando fungió como presidente del Consejo de Administración de Pemex.

Idesa fue fundada hace más de 60 años por Pascual Gutiérrez Roldán, suegro de Jiménez Espriú, y actualmente la dirige su sobrino político Patricio Gutiérrez Fernández, quien además es hermano del embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez Fernández.

Jiménez Espriú fue propuesto como secretario de Comunicaciones y Transportes por López Obrador y su esposa es accionista de Idesa.

“Mi señora es tía del actual presidente (de Idesa) y tiene acciones que le dejó don Pascual, pero yo no tengo relación ninguna con Odebrecht”, dijo Jiménez Espriú, en entrevista con Verificado 2018.

El colaborador de López Obrador negó tener cualquier vínculo con Idesa y “mucho menos” representar los intereses de Odebrecht y calificó de “difamación” lo dicho por José Antonio Meade.

No he sido nunca director general de Idesa, que es una empresa petroquímica mexicana que fundó mi suegro, don Pascual Gutiérrez Roldán, hace más de 60 años. La dirigió él, sus hijos y ahora lo hace el hijo de uno de ellos. No tiene ninguna relación con los temas de comunicaciones y transportes, donde yo colaboro con el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador. No hay ningún conflicto de interés y como el señor Meade lleva no sé cuántos puntos de desventaja se dedica a difamarme”, dijo Jiménez Espriú a Verificado 2018

Sin embargo, en la página lopezobrador.org.mx, en el perfil de Jiménez Espriú sí dice que fue miembro del Consejo de Administración de la empresa Idesa.

Unas horas después del debate, el propio Jiménez Espriú respondió en su cuenta de Twitter a los señalamientos de Meade.


El consorcio Braskem-Idesa se creó en 2010, con la finalidad de operar el complejo Etileno XXI ubicado en Nanchital Veracruz; 75 por ciento de participación corresponde a la empresa brasileña y 25 por ciento a Idesa.

A pesar de que Braskem es una filial de Odebrecht, el consorcio Braskem-Idesa difundió el lunes pasado un comunicado de prensa donde asegura que es una compañía “separada e independiente” de Constructora Odebrecht en México, involucrada en casos de soborno en México y una decena de países de América Latina.

Fue el propio Meade quien en 2011, cuando presidía el Consejo de Administración de Pemex, autorizó la creación del complejo Etileno XXI y el contrato entre Pemex y las empresas Idesa y Braskem para instalar la planta petroquímica Etileno XXI.

En la sesión del Consejo de Administración de Pemex realizada el 29 de abril de 2011, los consejeros criticaron que el contrato no hubiese sido analizado por el propio Consejo, máximo órgano de dirección de la petrolera.

Aunque la ley no establecía como requisito que hubiera esta autorización, en este caso era necesario dadas las “implicaciones estratégicas de alto impacto” para la empresa mexicana, según los consejeros.

Meade aclaró que “no existía ninguna obligación de presentar el contrato de suministro al Consejo, por lo que ese instrumento se había desahogado en los términos de la normativa vigente”.

Pemex vendió el etano a Etileno XXI por debajo del precio de mercado, lo que ha representado una pérdida de mil 900 millones de pesos, según detectó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la Cuenta Pública de 2016.

Además, para que Pemex pudiera cumplir con el volumen prometido de etano, tuvo que comprar a otras empresas de Estados Unidos este año.


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