A los 17 años de edad, me vi obligada a convertirme en adulta. Tuve que independizarme y enfrentarme a la vida, pagar renta, ir al súper, considerar servicios de casa, sacar mi primer tarjeta de crédito y un sin fin de situaciones para las cuales no estaba preparada. Conforme pasaron los años, con mucho desconocimiento y mil errores financieros, traspasé toda la experiencia en negocios y administración que había adquirido en mi carrera laboral a mi vida personal. Implementé una metodología ideal para la vida adulta financieramente responsable y ¡tuve éxito!
Poco a poco enseñé esta metodología a mis amigos y familiares, y les ayudé a mejorar sus finanzas. Al poco tiempo me di cuenta que hacía falta una empresa que ayudara a adultecer —si me permiten la palabra— a mis contemporáneos, a hacer la vida adulta más llevadera y a construir todos esos sueños que vemos tan lejanos.
Así fundé Adulting, una empresa de asesoría financiera para Millennials (y ahora Centennials) hecha por Millennials. Fue natural para mí porque entiendo cómo pensamos; lo que queremos de la vida y, sobre todo, porque hay una gran desinformación sobre este tema para la gente de estas generaciones. ¿Sabías que solo 30 por ciento de los mexicanos han recibido educación financiera? Eso me preocupa mucho.
Desde la empresa hemos tenido contacto con más de 7 mil Millennials y Gen Z, y aunque cada cabeza es un mundo, hay una constante en su comportamiento respecto al dinero: la impaciencia por lograr riqueza de formas extraordinarias. Eso sí, están abiertos a considerar opciones y herramientas financieras menos convencionales, como neo bancos, tarjetas de crédito digitales, criptomonedas, etcétera, con tal de tener la oportunidad de lograr sus metas y cumplir sus sueños.
Por otro lado, nuestro hábito de consumo es online e impulsivo. Pero es que como generación nos enfrentamos a la sobreoferta y saturación de estrategias de marketing que nos orillan a consumir cosas que ni sabíamos que necesitábamos, y probablemente no las necesitamos. También utilizamos poco efectivo y más plástico. Sí, la mayoría tenemos más de una tarjeta de crédito y no conocemos bien su funcionamiento, por ende terminamos con deudas enormes —de hasta 100 mil pesos—producto de estas compras rápidas.
Ella Dice...“Hay una constante en su comportamiento respecto al dinero: la impaciencia por lograr riqueza de formas extraordinarias”
Dentro de los gastos recurrentes, los Millennials y Gen Z tenemos un gusto específico por gastar en viajes, experiencias, comidas y el nuevo gasto hormiga: las suscripciones. La mayoría de mis compañeros de generación prefiere consumir en productos o servicios que proveen una satisfacción inmediata y disfrutable en su presente, ya que invertir en cosas a largo plazo parece poco atractivo.
A pesar de todo, a los Millennials y Centennials sí nos preocupa el futuro. En una encuesta realizada el pasado julio, vimos que les roba el sueño pensar en su retiro. Por desgracia, no son activos para solventar la situación: solo 3 de cada 10 tiene un plan para el retiro. La previsión es un tema de cultura y no es parte de nuestra educación, como sí es la preocupación.
También queremos una casa, pero con los salarios y el poder adquisitivo actual, es más un sueño guajiro, por eso en Adulting desarrollamos un plan personalizado para asesorarlos en la compra de bienes raíces.
¿Te reconoces? Aquí te dejo 5 consejos para que compres más inteligentemente en este Buen Fin:
- Haz una lista de las compras que quieres realizar en este Buen Fin, pero no abarques más de tres. Sé estricto con tu selección y asigna prioridades.
- Busca el precio de lo que deseas comprar en varias tiendas, para localizar la mejor opción de lo que estás buscando.
- Revisa tu nivel de endeudamiento antes de realizar cualquier compra. Recuerda que no debes exceder 30 por ciento de tus ingresos en deuda. Eso por supuesto incluye los meses sin intereses.
- Para evaluar una compra a meses sin intereses, aplica esta regla financiera: si el producto o servicio que comprarás te servirá mucho tiempo más que el plazo que tardarás en pagarlo, cómpralo a meses, si no, mejor hazlo en revolvente.
- Evita comprar en efectivo. Recuerda que el SAT hace un sorteo cada Buen Fin para los consumidores que hagan compras de bienes o servicios con tarjeta de débito o crédito. Los premios son de hasta 250 mil pesos.
srgs