La semana pasada, el precio del petróleo en Estados Unidos (EU) sufrió un derrumbe y los contratos de futuros que vencen en mayo se colocaron por debajo de los cero dólares por barril.
México no salió bien librado de esta situación, ya que el crudo nacional perdió todo su valor y cotizó en 2.37 dólares por barril el lunes. Además, la agencia Moody’s recortó la calificación de Pemex de Baa3 a Ba2, con lo que perdió el grado de inversión.
Fitch Ratings también colocó a la paraestatal en la categoría de “bonos basura”, con una calificación de BB. Aldo Flores, exsubsecretario de Energía y negociador de México ante la OPEP entre 2016 y 2018, dice que los países petroleros debían recortar el doble de barriles que acordaron para responder al desplome de la demanda.
Además, dado que el acuerdo iniciará hasta mayo, y aunque algunos países ya están recortando su producción, los beneficios tardarán en reflejarse en los precios.
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¿Qué se logró con el acuerdo de la OPEP+?
Los mercados estaban buscando, por lo menos, un sentido de dirección y un piso en los precios. Con el acuerdo, ambos objetivos se alcanzaron parcialmente, sin embargo, se requería un recorte más grande (20 millones de barriles diarios en lugar de 10), pues el desplome en la demanda mundial es quizá del doble.
Este recorte corresponde a productores muy importantes (Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos, así como otros miembros de la OPEP) que tienen la capacidad de decidir sobre sus empresas petroleras nacionales.
Hay otro recorte que provendrá del simple actuar de los mercados, ya que cuando bajan los precios hay empresas que deben recortar proyectos que no son rentables.
¿México actuó de forma correcta en la mesa de negociaciones?
No es la primera vez que el país se niega a recortar su producción, la diferencia es que la magnitud de la crisis ahora es mucho mayor, no queda claro dónde está el piso del precio ni cuál es la dirección de la política pública.
En 2016, el país participó en la Declaración de Cooperación OPEP y no OPEP para estabilizar el precio del crudo, pero sin recortar su producción, lo cual fue aceptado por las otras naciones. Sin embargo, en ese entonces la OPEP recortó más de un millón de barriles, no 10 millones como ahora.
Por ello, opino que el país podía realizar una aportación más significativa, con una reducción cercana a los 400,000 barriles diarios, y no solo los 100,000 que se acordaron.
Y la negociación con Estados Unidos para compensar los barriles que México no quiso recortar ¿qué significa?
Es algo distinto. No tengo recuerdo de algún convenio de este tipo para resolver problemas mexicanos en un entorno de negociación internacional. Lo común es hacer negociaciones y políticas públicas basadas en cantidades, o bien, considerando el valor neto de lo que se está aportando, lo cual incluiría el precio.
En lugar de asumir un compromiso en un grupo multilateral como es la OPEP+, nosotros nos comprometimos con Estados Unidos (EU). Esto sugiere que, para el gobierno mexicano, el costo de recortar 300,000 barriles diarios por un par de meses era mayor que llegar a un acuerdo con EU, el cual no sabemos en qué consiste.
¿Cómo afecta a Pemex la decisión de seguir produciendo petróleo?
Para algunos analistas, el costo de la producción adicional de petróleo será más alto que los beneficios que se podrían obtener de ella, y quizá este acuerdo de reducción era una oportunidad para balancear ambas variables.