En el primer semestre del año, el sector agroalimentario mexicano logró exportaciones récord por 19,000 millones de dólares (mdd). El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) contribuye con 76% de las exportaciones, sin embargo, considera que la reducción del presupuesto asignado por el gobierno limita las posibilidades de competir en el exterior y lograr la autosuficiencia alimentaria. Advierte que 60% de sus socios han frenado sus proyectos por la incertidumbre económica y la inseguridad.
El presidente del CNA, Bosco de la Vega Valladolid, participó en la edición de Milenio Foros “Juntos por el campo mexicano”. Explicó que el presupuesto para el agro pasó de 75,000 millones de pesos (mdp) en 2018 a 46,000 mdp para el próximo año. Por ello, llamó al gobierno a replantear su estrategia e invertir en investigación e infraestructura.
¿Cómo contribuye el CNA al desarrollo del campo mexicano?
El Consejo representa 75% del Producto Interno Bruto (PIB) y 76% de las exportaciones. Tenemos a 1.5 millones de productores trabajando dentro del CNA.
Muchas de nuestras empresas contratan a terceros agricultores; los empleos mejor pagados son los que están ligados a la exportación. Hacemos empresas integradoras para generar compras y ventas en volumen.
Además, tenemos compañías como Coca-Cola, que compra cada vez más manzanas y quiere comprar más productos en México para sus jugos; Bayer, que trae nuevas variedades (de cultivos) para impulsar la competitividad, o La Moderna, que antes importaba trigo y ahora compra todo en el país, y también está exportando sémola de trigo para su planta en Texas.
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¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el campo?
Los temas del presupuesto, seguridad, vinculación con la cadena productiva y la amenaza de estatizar las concesiones de uso de agua.
Además, los proyectos de expansión (agricultura protegida, almacenese infraestructura) están frenados, ya que el campo atraviesa una crisis de violencia importante en el país. Queremos que la situación se estabilice para seguir invirtiendo.
Otro de los grandes problemas que tenemos es que 60% de la pobreza se encuentra en zonas rurales; es un tema histórico y de educación.
En el exterior, tenemos intercambio comercial con países que subsidian a sus agricultores para que crezcan y salgan a competir, pero México no está en posición de hacer lo mismo.
¿Y sus mayores fortalezas?
El talento de nuestros trabajadores; la ubicación geográfica y la disponibilidad de agua y tierra (hoy estamos trabajando 22 millones de hectáreas, pero podemos llegar hasta 26 millones). El potencial y el acceso a la tecnología están ahí, pero necesitamos coordinación con el gobierno para generar las condiciones que permitan el crecimiento del sector.
¿Cómo atraer a más jóvenes al campo?
La mejor manera de hacerlo es con valor, y el valor está en cultivos como aguacate, fresas, frambuesas y arándanos. Una hectárea de arándano equivale a 60 de maíz.
También hay empresas que han venido al país para asociarse con pequeños agricultores. Esa es la manera de atraer y retener a los jóvenes, para que vean al campo como una empresa que les puede redituar dignamente.
Desde el Consejo, ¿cómo impulsan a los pequeños productores?
La pobreza en el campo es un tema que lastima a nuestro país, por ello, queremos apoyar comprando los productos de los pequeños agricultores. También apoyamos los programas del gobierno en este tema, como el de precios de garantía.