El mercado mexicano cuenta con seis jugadores principales en el negocio del concreto hoy en día. Se trata de Cemex, Holcim México, Cementos Cruz Azul, Cementos Moctezuma, Grupo Cementos de Chihuahua y Cementos Fortaleza.
En conjunto, tienen una capacidad de producción cercana a los 55 millones de toneladas anuales a través de 32 plantas cementeras dispersas a lo largo del país. La cadena de producción de este sector emplea a cerca de 20,000 personas.
La industria cementera mexicana cuenta con la presencia de una empresa líder, Cemex, que ostenta cerca del 40% de participación en el mercado mexicano.
México es uno de los 15 productores más importantes de cemento en el mundo, gracias a las continuas inversiones en tecnología y equipamiento, la constante capacitación del personal, así como la permanente incorporación de medidas de seguridad en los procesos, los equipos y las operaciones que llevan a cabo las empresas que conforman este sector.
El medio ambiente también ha sido punto de interés de la industria cementera; en 1996 se formalizó el compromiso ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de realizar una disminución y reciclaje energético de residuos. Además se han aplicado tecnologías para reducir emisiones apegándose a las recomendaciones establecidas en el protocolo de Kioto. La industria del cemento también está certificada como Industria Limpia por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2015 la industria produjo 44.9 millones de toneladas de cemento y por primera vez en 10 años logró crecer a una tasa de 7%.
Aun cuando es una industria relevante para otros sectores como el de la construcción y el de vivienda, en el artículo Industria del cemento en México: análisis de sus determinantes, publicado en 2017 por la revista Problemas de Desarrollo, editado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, se señala que solo genera alrededor de 86,000 empleos directos y una participación en el Producto Interno Bruto (PIB) de apenas 1%.