Uno de los fenómenos que la irrupción de la pandemia no dejó analizar con atención fue que en 2019, la lista de ciudades más visitadas estaba encabezada por cuatro metrópolis del sudeste asiático. Así, en el ranking publicado por Euromonitor International, firma de investigación en tendencias de mercado, Hong Kong, Bangkok, Macao y Singapur lideraban el ranking de preferencias turísticas en 2019.
Mientras París y Londres, ciudades otrora campeonas en recepción de viajeros, apenas aparecían ese año en el quinto y sexto puesto de la misma clasificación, y Nueva York ya ni siquiera figuraba entre las diez primeras. ¿Las razones? Asia cuenta hoy con más destinos turísticos que cualquier otro continente, lo que la convierte en una región que desde 2013 no para de crecer.
Quienes viajan a estos destinos son, en su mayoría, turistas asiáticos —y entre estos, los ciudadanos chinos sobre todo—. En cuanto a su edad, muchos son millennials, informó Euromonitor a finales de 2019, cuando en la ciudad china de Wuhan se cocinaba la pandemia más feroz a la que hayamos asistido en los últimos cien años.
Así las cosas, y luego de un paréntesis que en 2020 mantuvo congelados más de seis meses los viajes no esenciales, en 2021 el turismo comenzó a retomar el ritmo, aunque los viajes por vacunas llevaron la delantera en algunas ciudades estadunidenses como Florida, Texas y Alaska —en este último estado, hubo una activa política para atraer turistas a cambio de inmunizarlos de forma gratuita—.
Y, ¿qué pasará en 2022? El año próximo se dice que estará marcado por las iniciativas de aquellas ciudades que perdieron muchos turistas desde que empezó la crisis sanitaria y que harán todo lo posible por recuperarlos. A continuación, se repasan estos esfuerzos, lecciones de resiliencia no solo para ciudades enteras, sino para todos aquello que se dedican al turismo y que en 2020 vivieron el peor bajón del que se tenga memoria en este rubro.
Nueva York
La Gran Manzana recibió el verano pasado una ayuda federal de 30 millones de dólares (mdd) para promover el turismo y, de a poco, borrar la imagen que a muchos les quedó grabada en la retina: la de una ciudad devastada que en 2020 fue el epicentro de la pandemia en Estados Unidos. Se espera que esta campaña, la más cara y ambiciosa dedicada a la ciudad en décadas, anime a los visitantes a regresar, con el eslogan It’s time for New York City.
En abril pasado, un comunicado difundido por el contralor del estado de Nueva York, informó que la derrama que solía dejar el turismo en la ciudad disminuyó 73 por ciento, un golpe duro no sólo a la industria turística local, sino a las arcas gubernamentales, que solían tener en la Gran Manzana una fuente —en apariencia inagotable— de recursos económicos, que permitía sostener al resto del estado. En sus mejores épocas, la industria turística local empleó a más de 280 mil trabajadores, uno de cada 14 empleos en la ciudad.
Además, la pandemia disminuyó de manera drástica la afluencia de turistas brasileños y chinos, que solían encabezar el grueso de los visitantes. Este 2021, según NYC & Company, agencia a cargo de la mercadotecnia de la ciudad, los turistas mexicanos han sido la mayor fuente de visitantes extranjeros. Aunque no hay forma de calcularlo, muchos de ellos llegaron para obtener la vacuna, sobre todo los que llevaban a sus niños menores de 18 años —no incluidos en el programa nacional de vacunación en México— y aquellos adultos que no podían esperar su turno por tener un riesgo más alto de contagio, como los médicos del sector privado.
Es decir, la política de vacunación de puertas abiertas del alcalde neoyorquino Bill de Blasio ayudó a la recuperación económica de la ciudad. Pero no más, pues desde el pasado 8 de noviembre, los ciudadanos no estadunidenses que no estén vacunados con los biológicos aceptados en EU, no pueden ingresar al territorio.
París
Las restricciones a los viajes no esenciales que estuvieron en vigor en Francia durante la pandemia han dejado a la Ciudad Luz con una ínfima fracción de sus turistas habituales. Así, la crisis sanitaria le costó a la capital y alrededores una pérdida de más de 15 mil millones de euros, según cifras del secretario de Estado para el Turismo, Jean-Baptiste Lemoyne.
Para toda Francia, que en 2019 recibió 90 millones de turistas extranjeros, la pérdida se tradujo en 61 mil millones de euros, agregó. Una merma importante, si se calcula que el sector turístico representa 8 por ciento del PBI y emplea a 2 millones de personas.
En el afán de recuperarse, en septiembre pasado Atout France, agencia nacional de turismo de aquel país, anunció un paquete de medidas destinadas a recuperar a sus viajeros, teniendo en cuenta que París será sede, en 2024, de los próximos Juegos Olímpicos y Paraolímpicos.
Un año antes, en 2023, Francia será anfitriona del Mundial de Rugby y del Campeonato Mundial de Esquí Alpino. En el plan de Atout, figura también revivir el turismo de negocios, eventos y reuniones, no solo golpeado por la crisis sanitaria, sino por el nuevo formato de trabajo remoto que llegó para quedarse en todo el planeta.
La campaña, titulada #MonEvénementEnFrance, busca acompañar la recuperación de la actividad turística de ferias y reuniones que desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia, ha perdido 80 por ciento de sus ingresos.
Londres
Al estilo neoyorquino, bajo el lema Let's Do London, la capital inglesa ha lanzado una campaña para incrementar el turismo que llega a esa ciudad.
Cabe destacar que, con la pandemia, la derrama que allí generaba el turismo se redujo en 11 mil millones de libras —unos 15 mil millones de dólares—. Además de esfuerzos en los sectores de cultura, hospitalidad y turismo de la ciudad, el programa de recuperación incluye un fondo de 6 millones de libras —8.2 millones de dólares— para mercadotecnia y publicidad, destinado a atraer visitantes. La apuesta mayor es sobre todo por el turismo doméstico, dado el complejo y cambiante escenario que las mutaciones del virus SARS-CoV-2 presenta en ese país.
Hong Kong
Como sus pares en Europa y Estados Unidos, Hong Kong, que en 2019 fue la megalópolis más visitada en todo el mundo, también sufrió los embates de la pandemia. Económicamente dependiente de China, con quien comparte frontera —la parte no insular—, y un elevado tráfico terrestre y aéreo, esta ciudad/isla también batalla por recuperar a sus turistas. De hecho, la Comisión de Turismo de Hong Kong anunció a principios de 2021 un presupuesto de marketing de 146 millones de dólares, que incluye el lanzamiento de un programa llamado Staycation Delights, destinado a los habitantes de Hong Kong para que puedan aprovechar diferentes experiencias que los hoteles locales tienen para ofrecer, con importantes descuentos. Además, una plataforma de promociones llamada Open House Hong Kong, se enfoca en atraer turistas extranjeros.
Casos de éxito: Los Cabos, BCS, México
Sin un paquete de ayuda oficial como el de otras ciudades del mundo, al que se suman los subsidios que los gobiernos como el de Estados Unidos y varios países de Europa entregaron para que sus respectivas industrias turísticas no colapsaran, cada destino de nuestro país ha debido de arreglárselas solo para subsistir y seguir adelante, con más ingenio que presupuesto.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México recibió 57.9 por ciento menos turistas extranjeros en febrero de 2021 que en el mismo mes de 2020, o sea, un mes antes de que se declarara oficialmente la pandemia. Así y todo, hay destinos a los que les ha ido bien, y entre ellos figuran Los Cabos (San José y San Lucas), en los que “empieza a palparse una recuperación total”, dice Lilzi Orcí Fregoso, presidenta ejecutiva de la Asociación de Hoteles de Los Cabos.
De acuerdo a sus cifras, “en 2021 tuvimos un verano mejor incluso que el de 2019, que fue un año muy bueno para el turismo en general”. ¿La razón? “Un trabajo en conjunto entre hoteles, restaurantes, transportadoras, el aeropuerto internacional y el Fideicomiso de Turismo de Los Cabos (Fiturca)”.
Otra razón es que el turismo de lujo fue el primero en reactivarse, lo que es un handicap favorable para este destino premium, al que llegan en su mayoría ciudadanos estadunidense —67 por ciento—, quienes gastan en promedio 400 dólares por noche de hotel, por persona.
“En general, septiembre siempre ha sido un mes bajo en términos de ocupación en Los Cabos, nunca antes habíamos superado 50 por ciento, pero en septiembre de 2021 nos fue atípicamente bien, con una ocupación de 52 por ciento, cuando en ese mismo mes, en 2019, este porcentaje apenas llegó a 43 por ciento”, cuenta Orcí Fregoso.
El Día de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo son fechas esperadas para quienes viven del turismo en Los Cabos, pues concentran el grueso de las estancias turísticas antes del cambio de año. En cuanto al turismo doméstico, “llevamos cuatro años creciendo 30 por ciento”, explica Orcí.
Los Cabos son el tercer destino en importancia luego de la CDMX y Cancún. Es un sitio “joven, que aún tiene mucho por crecer” y también ha sido testigo de una subida de 148 por ciento en los vuelos privados, que desde la pandemia no paran de arribar al Aeropuerto Internacional de Los Cabos.
“Sus pasajeros son quienes antes de la pandemia solían viajar en primera clase en aerolíneas comerciales, pero que hoy prefieren viajar sin riesgos, rentando un jet”, explica la presidenta ejecutiva de la Asociación de Hoteles local. Por último, menciona que, contra todo lo esperado, “2020 fue un año récord para el sector inmobiliario de Los Cabos, donde muchos turistas llegaron, se enamoraron del lugar y decidieron comprar una segunda residencia, para el retiro o para vacacionar”.
srgs