Paulina Dávila, una chilanga hecha en Colombia

CHIC CDMX

La actriz colombiana sigue triunfando en nuestro país y nos platica de los proyectos que tiene para este 2020.

A Paulina le gustaría trabajar con el director Alfonso Cuarón (Cortesía).
Yazmín Veloz
Ciudad de México /

Aunque es originaria de Medellín, Colombia, y aún conserva su acento, Paulina asegura que hace tiempo que dejó de sentirse extranjera y se considera chilanga. Y es que en los últimos años, su carrera se ha centrado en este país. La actriz dio vida a Mariana Yazbek, el primer amor de Luis Miguel en la bioserie que Netflix hizo del cantante. 

Además, interpretó a la fotógrafa Elisa Rocha en la serie nominada en el Festival de Cannes, Aquí en la tierra, la cual fue creada por Gael García y transmitida por canal Fox. Este año lo inició con su protagónico en el thriller Perdida, que se estrenó en cines el mes pasado y fue dirigido por el mexicano Jorge Michel Grau. En el filme, la actriz interpreta a Carolina, una arquitecta que desaparece misteriosamente tras la infidelidad de su esposo (José María de Tavira).

 Tras este éxito en el cine nacional, la actriz debutará en teatro a finales de mes en la obra Desaparecer, del director francés Pascal Rambert. Además, protagoniza la película Instrucciones para Su. En esta entrevista nos platica de sus planes y otras cosas que le apasionan.

Acabas de protagonizar un thriller y con frecuencia estás en proyectos de drama, ¿cuál es tu género favorito para interpretar?

 Creo que lo divertido de mi profesión es no casarse con un género, ni como industria ni como actriz. Me gusta la posibilidad que existe de explorar distintos papeles sin clavarme en algún género.

En los últimos años tu carrera se ha forjado en nuestro país y recién debutaste en el cine comercial nacional. ¿Quiénes son los directores mexicanos a los que más admiras? 

Sin duda a Alfonso Cuarón, soy admiradora de su trabajo y me encantaría trabajar con él algún día. Además, tengo muchas ganas de seguir formando parte de los proyectos de directoras mexicanas como Natalia Beristáin (Los adioses) o Alejandra Márquez Abella (Las niñas bien).

Hablas de trabajar con más directoras y fuiste parte en el movimiento mexicano Ya es hora, que exige equidad en el cine nacional. ¿Cómo ves hoy el panorama para las mujeres en la industria? 

Tenemos que seguir alzando la voz y aún nos queda un largo camino para exigir las mismas condiciones y salarios que los hombres. Yo por eso admiro tanto a mis compañeras, porque quiero ir por ese mismo camino de la dirección y producción.

 Creo que se deben crear personajes de mujeres más fuertes e interesantes y dejar atrás esos papeles en el que las actrices sólo servimos de adorno. Es importante tener comunidad entre nosotras y justo el propósito del movimiento Ya es hora es el de ser una red de apoyo para las mexicanas que formamos parte de esta industria.


Estudiaste Artes Visuales y eres aficionada a la fotografía, ¿piensas incursionar en la dirección? 

Es una de mis metas y he estado trabajando en mi primer cortometraje como directora, pero es un camino un poco largo y aún no es un proyecto sólido.

 Mi formación universitaria me ha ayudado mucho para mi carrera actoral y he interpretado papeles como el de Mariana Yazbek en Luis Miguel, la serie, que era una fotógrafa. Sé que cuando me anime a dirigir, la fotografía va a ser parte fundamental de mis proyectos.

Fuera de la actuación, ¿cuáles son tus hobbies? 

Me encanta viajar, soy muy nómada, siempre me estoy moviendo. Además me apasiona ver cine y, por supuesto, amo la música. Otro de mis hobbies es cantar y siempre trato de involucrarme en proyectos que tengan alguna relación con ello.

En tus redes sociales se puede ver que la moda es importante para ti, ¿cómo defines tu estilo?

 Me cuesta mucho definir cosas porque siempre voy eligiendo mis prendas por las influencias que tengo en ese momento, pero soy muy relajada, me gusta mucho andar en tenis. Además, las piezas vintage son parte fundamental de mi clóset, tengo sombreros o anillos que eran de mi mamá. Mis amigas se burlan de mí porque dicen que combino de todo; puedo ponerme desde unos tenis de hiphopera hasta un vestido romántico vintage.


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