Con la llegada acelerada de nuevas empresas en busca de relocalizar sus operaciones y sus cadenas de suministro, los municipios y ciudades receptoras se enfrentan a una serie de desafíos que requieren implementar instrumentos de planeación urbana para ser superados con eficiencia y, al mismo tiempo, usarlos como palanca para transitar hacia ciudades y metrópolis más justas, inclusivas y equitativas.
En este contexto, el Infonavit apoya desde el año pasado a alrededor de 50 municipios del país en la creación o actualización de sus planes de desarrollo urbano. Si bien pudiera parecer que esta labor se aleja del mandato central del instituto, que es “permitir que la gente acceda a una vivienda adecuada”, en realidad sienta las bases para cumplirlo.
“El puro financiamiento no sirve para hacer un cambio sistémico. Una vivienda adecuada debe ser asequible, algo que no puede lograrse si se construye en un lugar lejísimos. También hay un tema técnico que solo puede modificarse con un plan”, explica Javier Garciadiego Ruiz, director de promoción de vivienda del Infonavit.
Esta iniciativa ejercerá 63 millones de pesos para proveer a 52 municipios de los recursos necesarios para que una consultora especializada los apoye en el diagnóstico y diseño de sus planes de desarrollo urbano, o su actualización, según cada caso.
“La consultora hace el anteproyecto y acompaña al ayuntamiento hasta que se registra y se publica. Son procesos caros y largos; el valor agregado es que estamos pensando en el tema de asequibilidad de la vivienda”, explica Javier Garciadiego.
Los avances varían en cada municipio, según los procesos administrativos locales y regionales que involucran; además, “los resultados de un plan de desarrollo no son medibles a corto plazo”, señala Garciadiego. No obstante, agrega, “hay casos que entusiasman porque son poblaciones muy pequeñas que de otra forma no tendrían acceso a recursos para hacer un plan, pues estos presupuestos se entregan de acuerdo a la población que tienen, no a la que tendrán en el futuro”.
Entre los más destacables están Jilotepec y Soyaniquilpan, menciona Garciadiego, dos municipios del Estado de México a donde llegará un centro logístico inmenso “que se prevé quintuplicará su población en los siguientes años. El reto es complejísimo”.
Otros casos interesantes, señala el funcionario, son Villa de Reyes, en San Luis Potosí, a donde están llegando cuatro plantas de automóviles, y Mazatlán, que ya es un destino turístico fuerte en el tema de planeación, aunque con un desafío actual inusual en la región, ya que están por instalar una planta aeroespacial, varios kilómetros afuera de la ciudad.
DJR