Si bien esta es una región conocida por sus altas temperaturas, en invierno se cubre de blanco por lo que se convierte en el escape perfecto para esquiar, rentar bicis para nieve o snowmobiles, calentar smores frente a una fogata y enfrentarte cara a cara con el Gran Cañón. Alista tus botas para nieve y emprende el recorrido.
La capital de Arizona está llena de detalles como el estilo wéstern de su arquitectura, además de que no hay edificios altos para no arruinar las vistas. Abundan los restaurantes de comida mexicana (su propia interpretación) y muchas otras opciones internacionales que te encantarán.
Una buena opción para comer es Postino Arcadia. Pide unas bruschettas para disfrutar al centro junto a su variedad de cervezas. Por la noche, dirígete al Desert Botanical Garden un hermoso parque en el que hay saguaros de más de 400 años.
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Otro de los atractivos de Phoenix es que está muy cerca de varias ciudades como Scottsdale, cuyo encantador downtown te hará sentir en una película wéstern. Te recomendamos desayunar en Prep & Pastry y probar sus panes recién hechos.
Para hospedarte, nuestra recomendación es el Fairmont Scottsdale Princess, que en estas fechas tiene su propio parque temático con fogatas para preparar smores, un trenecito que recorre el hotel y hasta una rueda de la fortuna. Otra gran opción es el Hotel Valley Ho, fundado en 1956, uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura moderna de mediados de siglo.
Su restaurante ZuZu es ideal para un brunch ligero, con platillos para compartir y coloridos cocteles. Para seguir con tu día de compras, pasa a Scottsdale Fashion Square y su nueva sección de lujo con boutiques como Prada o Gucci. Otras dos ciudades aledañas dignas de visitar son Tempe, donde podrás hacer compras en Tempe Marketplace y Chandler, conocida por su divertida nightlife en el centro de la ciudad; nos gustó SanTan Brewing Company con una gran variedad de cervezas locales.
Flagstaff: encanto e historia
Este pintoresco pueblito –a dos horas de Phoenix– es una parada clave en tu road trip. Su acogedor downtown es perfecto para elegir souvenirs y artesanías locales y después tomar un descanso en el Historic Brewing Company, donde sirven la mejor cerveza artesanal, o en Sweet Shoppe, una maravillosa dulcería local.
Para hospedarte, nuestra sugerencia es el inigualable Little America, un Four-Diamond Luxury Hotel con espíritu boutique y decoración que te encantará.Para una cena con el toque personal del chef, visita Josephine’s, a cargo de una encantadora pareja.
Te recomendamos su sopa de cebolla, el queso fundido para compartir y sus jugosos cortes de carne. Entre las actividades imperdibles está el Observatorio Lowell. Fundado en 1824, es perfecto para aprender sobre astronomía (Flagstaff es la primera International Dark Sky City: mantiene un código de alumbrado tenue para que se pueda apreciar la vía láctea). También el Museo del Norte de Arizona es una buena opción para adentrarte en la cultura de los nativos.
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Ski time en Pinetop
Llegó uno de los momentos más esperados: conocer la nieve de Arizona. Un gran atractivo de Sunrise Ski Resort en Pinetop –a tres horas de Phoenix– es que su staff se compone principalmente de nativos que se distinguen por su amabilidad, profesionalismo y conocimiento de la región.
El resort abre una semana antes de Día de Gracias y cierra hasta abril. Para un buen desayuno, nada como Darbi’s Café, un restaurante con sabor casero en medio del bosque. Para la cena te recomendamos Charlie Clark’s Steakhouse, punto de encuentro icónico en la zona.
El Dato
El Parque Nacional del Gran Cañón se encuentra a hora y media de Flagstaff. En cualquier temporada del año ofrece un espectáculo que te deja boquiabierto.
La maravilla natural
No importan tus expectativas, al llegar quedarás boquiabierto pues se trata de un escenario inexplicable; por algo el Gran Cañón es una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
Te sugerimos recorrerlo mediante un tour como los de Pink Jeep, con guías expertos. Disfruta con calma de un atardecer aquí, toma la fotografía del recuerdo y cierra con broche de oro en el restaurante del hotel El Tovar, uno de los más antiguos en el Gran Cañón y con platillos gourmet que son dignos de la grandeza que los rodea.