Sandra N. fue una de los 2.7 millones de trabajadores —cifras de la STPS— que recibieron en 2022 por primera vez el reparto de utilidades, también llamado Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU) de las Empresas. Este año espera con ansia la llegada de este dinero a su cartera.
“El reparto de utilidades tiene un valor especial, muy importante y personal, para los trabajadores. Incluso en muchas ocasiones es determinante para mantener la relación laboral entre la empresa y el colaborador”, dice Luis Enrique Cervantes, socio del Área Laboral de la firma González Calvillo.
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La eliminación del outsourcing ha permitido que muchos trabajadores salieran de ese esquema para ser reconocidos y registrados por sus patrones reales, lo que implicó que muchos de ellos, hoy tengan acceso a este derecho. “Este esquema era utilizado como una forma de evadir el reparto de utilidades, entre otros derechos laborales”, dice Cervantes.
Según el Termómetro laboral de OCC Mundial, casi 6 de cada 10 colaboradores desconoce sobre el PTU en su empresa y solo 17% de los trabajadores asegura que su empleador sí les ha proporcionado la información necesaria para saber cómo se cumplirá con el reparto este año. Con la reforma en materia de subcontratación, aprobada en abril de 2021, se establecieron reglas que permitieron hacer efectivo el reparto de utilidades, al facilitar a quienes no lo pagaban poder hacerlo y que quienes ya lo sufragaban, como en el sector minero o acerero, donde se dan grandes utilidades, no se vieran afectados. “Todos los trabajadores tienen derecho a recibir parte de las ganancias de la empresa en la que laboran”, afirma Cervantes
Después del outsourcing
El reparto de utilidades estableció importantes cambios que entraron en vigor este año. Estas modificaciones tienen como objetivo mejorar las condiciones de los trabajadores y garantizar que reciban una participación justa de las ganancias de la empresa. Uno de los principales cambios que se han establecido es el límite máximo para el reparto de utilidades, el cual será de tres meses del salario del trabajador o el promedio de la participación recibida en los últimos tres años.
“Lo que cambia es la forma de estimar el pago para cada trabajador; si son 90 días de su salario o con base en lo que recibió los últimos años, depende de lo que sea más ventajoso para él”, dice Rolando Silva, del Colegio de Contadores Públicos de México.
Aunque se han establecido topes, el porcentaje total de la PTU se mantiene en 10 por ciento, como se acordó en la Comisión Mixta de Reparto de Utilidades, integrada por representantes del gobierno, las empresas y los trabajadores.
Para darnos una idea, explica Silva, en años anteriores al outsourcing, se repartían aproximadamente 56,000 millones de pesos (mdp), lo que equivalía a 2.8 por ciento de las utilidades totales, según datos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).
Con la reforma y la incorporación de nuevos empleados, la dependencia estima que este año se pagarán alrededor de 157 mil mdp, un crecimiento de 7.7 por ciento. Los trabajadores recibirán una mayor participación en las ganancias de la empresa, explica el contador.
Es importante destacar que las empresas pueden repartir 10 por ciento de sus ganancias sin aplicar los límites, siempre y cuando se pacte de común acuerdo con los trabajadores a través de una negociación colectiva.
Según la Ley Federal de Trabajo (LFT), los directores, administradores y gerentes generales no reciben este beneficio. El resto de los trabajadores de confianza sí, pero no podrá ser superior a 20% del salario más alto de un trabajador de base o sindicalizado.
Silva señala que cualquier trabajador que haya laborado al menos 60 días durante el año a repartir, en forma continua o discontinua, tiene derecho a recibir sus utilidades. También destaca que el derecho no se pierde si fue un contrato por tiempo determinado o si ya no se labora en el centro de trabajo. “Podrán acudir a su antiguo empleador para solicitarlas”.
Por ley, las empresas tienen hasta el 30 de mayo (en caso de ser persona moral) y al 29 de junio (si es física) para cumplir con el pago anual de utilidades; de lo contrario podrán sufrir sanciones por incumplimiento, con montos que van de 25 mil 937 a 518 mil 745 pesos por empleado afectado por la falta de pago.
El reloj está en marcha y los trabajadores como Sandra se alistan para recibir la PTU. “Cada peso cuenta, este año lo que reciba irá directo a la alcancía”, dice Sandra.
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