Violencia contra las periodistas

TODAS

Los principales agresores de las periodistas son funcionarios públicos en la esfera del poder ejecutivo, gobernadores y presidentes municipales.

Las mujeres periodistas están expuestas a mayor riesgo por el simple hecho de ser mujeres (Cortesía).
Lucía Lagunes Huerta
Ciudad de México /

Las mujeres que han ingresado al mundo periodístico han tenido que enfrentar la violencia sistemática que les ha obstaculizado su desarrollo profesional y la posibilidad de ejercer su libertad de expresión en condiciones de igualdad y libertad.

Al hostigamiento de sus jefes y fuentes de información, el acoso de sus colegas, los bajos salarios, la precariedad, los impedimentos para acceder a los puestos de dirección, se suman las amenazas y atentados que desde los poderes se desatan ante el trabajo periodístico independiente y crítico.


En contextos de conflictos sociales, guerras y violencia estatal y criminal la violencia de género se exacerba, pese a la gravedad de sus impactos en la vida de las periodistas y de las sociedades, esta violencia ha sido invisibilizada. Solo en México existe una documentación permanente de las agresiones contra las periodistas desde una mirada de género feminista.

 El trabajo que desde hace nueve años desarrolla Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), a través de su programa de Libertad de Expresión y Género ha sido un detonante para visibilizar la violencia contra las periodistas y ha servido de estímulo para que otras organizaciones e instancias internacionales que protegen y promueven la libertad de expresión la retomen en sus análisis y recomendaciones.

Estas violencias han sido ocultadas y desvalorizadas cuando se habla de los atentados a la libertad de expresión. Ante la normalización, se ha justificado la violencia contra las periodistas asegurando que son los gajes del oficio que cualquier mujer enfrentará al ingresar al mundo reporteril y periodístico, gajes que sólo las más fuertes podrán superar. 

De ahí la importancia del trabajo que realizan las periodistas y sus organizaciones para romper con el ocultamiento y hacer visible los diferentes tipos de violencia que impiden el pleno goce de la libertad de expresión en el ejercicio periodístico.

 Tal cual lo señala el reciente informe “Mujeres periodistas y Libertad de Expresión, discriminación y violencia basada en género contra las mujeres periodistas por el ejercicio de su profesión”, de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los obstáculos y violencia que enfrentan habitualmente las periodistas en América Latina se ven acrecentados o adoptan formas específicas como consecuencia de las desigualdades de género, debido a la exclusión de las mujeres en el mundo público y a las asimetrías de poder entre mujeres y hombres.

El Dato.

422 agresiones

contra las periodistas son las que se registraron en el sexenio pasado. En los últimos 10 meses del gobierno actual se han registrado 128 agresiones.


Para las periodistas mexicanas, la exacerbación de la violencia social y política, que generó una escalada de atentados contra periodistas y medios de comunicación implicó que los entornos de riesgos en los cuales las periodistas desempeñan su labor se ampliaran y generaran un incremento de las violencias en contra de ellas por la tarea de informar a la sociedad. 


Desde el Primer Informe Diagnóstico sobre violencia contra mujeres periodistas en México, CIMAC ha documentado un constante incremento en las agresiones contra las periodistas, de 38 casos que registró en 2010 a 422 en el sexenio de Enrique Peña Nieto y en los 10 meses del actual gobierno ha registrado 128 agresiones, lo que significa que cada dos días una periodista es violentada por el trabajo periodístico que desempeña. Es importante subrayar que los principales agresores de las periodistas son funcionarios públicos en la esfera del poder ejecutivo, gobernadores y presidentes municipales.

Desde el inicio del registro, el entorno digital fue convirtiéndose en el principal espacio de violencia para las periodistas mexicanas, pero también a nivel mundial, según lo manifestó el representante de Reporteros sin Frontera para América Latina, Emmanuele Colombie, durante la Misión Internacional a nuestro país.

 El espacio digital se ha convertido en un terreno altamente violento para las periodistas. De diciembre de 2018 a octubre de 2019, CIMAC registró un incremento de ataques contra las periodistas en un 64% en el espacio digital.

 Pese a lo violento que son estos atentados y los impactos que generan en las periodistas y su trabajo, las autoridades no han construido los mecanismos necesarios para erradicarlos, investigarlos y sancionarlos. 

La violencia que enfrentan las periodistas está impactando en el cumplimiento de los compromisos adquiridos por 189 países, incluido México, para eliminar el sexismo en los medios de comunicación y generar espacios libres de violencia en los medios y a través de ellos, así como fortalecer las redes de periodistas. “¿Cómo hacer periodismo libre si mi jefe insiste en tocarme y besarme?”, se preguntan 49% de las periodistas consultadas por Periodistas Unidas Mexicanas, en una encuesta realizada en el marco del 8 de marzo. 

El Dato.

En 2013

la Organización de las Naciones Unidas estableció el 2 de noviembre de cada año como el "Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas".


¿Cómo denunciar la fuente informativa de la cual depende tu trabajo periodístico?, señala 43% de las reporteras, ¿cómo concentrarte en la nota cuando tu principal preocupación es protegerte del acosador?, reconocieron 61% de las periodistas.

 Ambos ámbitos, el privado y el público, entendiendo por privado lo que ocurre dentro de las redacciones y el público los atentados que ocurren como acciones directas contras la labor de las periodistas, son ejes estructurales que mantienen la desigualdad de las periodistas que obstaculizan su libre desarrollo profesional y que atenta contra su derecho humano a la libertad de expresión. 

Tal cual lo reconoce el Estudio a fondo sobre todas las formas de violencia contra las mujeres, del Secretario General de la ONU, de 2006, “Poner fin a todos los actos de violencia contra las mujeres… exige que en los más altos niveles del Estado exista una clara voluntad política y un compromiso declarado, visible e inquebrantable”.

 En vísperas de los 25 años de la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, es menester poner en práctica lo que la ley mandata y garantizar a las periodistas espacios libres de violencia para ejercer su trabajo, el cual día a día alimenta a la sociedad. 

Dejar de atentar contras las mensajeras es una obligación del Estado mexicano que debe cumplirse en un Estado de Derecho y en una sociedad democrática o que busca llegar a ella.

Frenar la violencia contra las mujeres periodistas implica que los medios en los que trabajan tengan cero tolerancia al hostigamiento y acoso sexual.



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