En los últimos cinco años, México se consolidó como uno de los principales mercados para el jamón curado español fuera de la Unión Europea. Este logro es resultado del trabajo del Consorcio del Jamón Serrano para quitarle al producto la etiqueta de “elitista” que habitaba la mente del consumidor mexicano, y destacar sus virtudes como un alimento nutritivo y versátil para ser incluido en la dieta cotidiana.
El mejor año para el producto en México fue 2019, que cerró con un crecimiento en las exportaciones de 16.5 por ciento con respecto a las de 2018, debido a la mayor demanda por parte de los consumidores, animados por una disminución en el precio y una diversificación en sus canales de distribución, explicó Carlos del Hoyo, director de Marketing y Promoción del Consorcio del Jamón Serrano Español.
"El mayor crecimiento se ha dado, aseguró Del Hoyo, gracias a las ventas en autoservicios, en presentaciones de entre 50 y 100 gramos, listo para comer: rebanado y empacado al vacío (blister), que significa hoy más de 90 por ciento de las ventas; sin embargo, poco a poco crece también la venta de paletas y jamones enteros para ser rebanados al momento de servir, aunque “ese es un mercado más de restaurantes”, dijo.
Aunque ha cobrado relevancia y mantuvo un crecimiento sostenido en los últimos años --excepto 2020, ya que la pandemia echó a perder todo plan he hizo caer las ventas en 30.6 por ciento--, el jamón/paleta serrano aún es un producto más bien estacional, que se vende en mayores cantidades durante las fiestas de fin de año y en junio, para festejar el día del padre.
Durante el último trimestre de 2020, el Consorcio del Jamón Serrano redobló esfuerzos para mostrar al consumidor mexicano las bondades de este producto, que es proteína de alta calidad, sin conservadores químicos. “Solo carne y sal, con alto grado nutritivo”, dijo Del Hoyo.
Entre otras cosas, organizó catas, cursos para estudiantes de gastronomía --pues aprender a cortarlo requiere técnica y práctica-- y algunas clases de cocina fusión española/mexicana con el reconocido chef Mikel Alonso.
Una de las labores principales de el Consorcio del Jamón Serrano cuida y certifica con su sello que la calidad del producto exportado desde España sea la adecuada y cumpla con los estándares, que incluyen una merma de al menos 34 por ciento durante el curado, lo que garantiza el sabor, la grasa y la textura adecuadas.
Por ello es importante comprar solo producto con el sello de Consorcio Serrano, ya que “existen jamones y paletas, españoles y mexicanos, que carecen de la calidad necesaria, explicó Carlos del Hoyo.
srgs