A mediados de los años noventa, dos figuras del rock se unieron en una gira, pero no para cantar, sino para vivir un proceso de compañía, apoyo y capturar esos momentos en imágenes. En efecto esto se dio con dos grandes estrellas del rock: Michael Stipe, vocalista de la banda de rock alternativo R.E.M., y Patti Smith, La Poetisa del Punk.
Esta idea fue de Michael Stipe, quien tan pronto se enteró de que Smith volvía a los escenarios en 1995, le habló para acompañarla en el tour. Se llevó su Polaroid y tomó fotografías a Patti, sus hijos y los involucrados en esa gira, con instantáneas adicionales de Oliver Ray, músico que acompañó a la poeta.
Esas fotos conforman la obra Dos veces intro: En la carretera con Patti Smith (Sexto Piso), del año 2012, que es un retrato visual íntimo del regreso de Smith a los escenarios.
Aquí un poco la historia de cómo se dio esta gira: Después de un retiro autoimpuesto de 15 años, Bob Dylan invitó a Smith a una serie de presentaciones por Estados Unidos, en parte como una forma de lidiar con la muerte de su esposo Fred Sonic Smith, quien fuera guitarrista de los MC5.
Se trata de un libro tan visual como narrativo, en donde no pueden faltar los mensajes, diseñados como si fueran negativos, de ese círculo alternativo que aletea siempre cerca de Smith y Stipe: Thurston Moore y Kim Gordon de Sonic Youth, Tome Verlaine, Lisa Robinson, el escritor William Burroughs, entre otros.
Las imágenes a veces están acompañadas de suaves y bellos fraseos, o a veces solas, para dejar la interpretación de la mirada. Para este libro los tonos blanco y negro invitan a ese encuentro con la gira, de acercamiento entre genios de la música que siempre han mostrado su inquietud por el arte, Stipe y Smith.
Y 2 veces intro... enseguida el comentario que hace en el libro el vocalista y fotógrafo de extraordinarias ocasiones:
“Yo estaba de gira con mi banda R.E.M., y había pasado los últimos 15 años actuando en directo y grabando discos. Al principio de conocerla, le declaré mi larga admiración por su trabajo, y la profunda influencia que había tenido en mí y en la dirección que había tomado mi vida.
“Debió de morirse de aburrimiento, pero aquello equilibró las cosas. Permitió dejar a un lado nuestro pasado juntos –mi pasado–. Podía verla como la persona que era y no como una heroica y distante influencia. Ella no tendría por qué dudar sobre mis intereses o lealtad. Y podríamos continuar en el presente como dos personas a quienes sus experiencias y trabajo ofrecen mucho en común”.
Así dicta ella en el prefacio: “Al abrir este libro se me vienen a la mente dos hombres cuyas imágenes no aparecen en su interior. El primero es mi difunto marido Fred Sonic Smith. En 1979 me retiré de la escena pública para dedicarle mi vida a él, a nuestros hijos y a nuestro trabajo. Pero su temprana muerte en noviembre de 1994 me obligó a dejar Detroit y a volver a Nueva York. El segundo hombre invisible es Bob Dylan. Se enteró de mi difícil situación y me invitó a ir de gira con él. Me infundió ánimos, asegurándome que la gente acogería mi regreso con los brazos abiertos. Bob Dylan es un hombre muy reservado, al igual que lo era Fred, y aunque a menudo se encontraba en nuestra presencia, Michael nunca le hizo una foto”. Estas imágenes reviven además un periodo inocente y agridulce, como lo describe más adelante Smith.
La legendaria cantante conoció al vocalista de R.E.M. en Michigan, ese mismo 1995. Y esa larga amistad se conserva hasta estos días. Ella, después de ese regreso siguió trabajando “hasta crear la mejor música de su vida, canciones que captan su espíritu y energía y amor por la vida y la historia”, palabras del propio Stipe.
Y qué cosas no pasaron desde aquellos años hasta estos días: Smith y R.E.M. fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll, ambos en 2007, y Dylan recibió el Premio Nobel de Literatura en 2016, ceremonia a la que no asistió, pero en la que estuvo Patti Smith, quien interpretó “A hard rain’s a-gonna fall”, entre muchas historias.
Stipe declaró recientemente que a finales de los años noventa cayó a Trump en un evento, porque no lo dejaban escuchar a su amiga Patti Smith, que estaba en el escenario.
Dylan y Smith cantaron juntos en esa gira de 1995 la canción “Dark eyes”. Stipe y Smith han interpretado juntos canciones como “E-bow the letter” o “People have the power”.
Escucha cada miércoles la sección de la Oveja Negra en El Ático con Carlos Garza, de 9:00 a 11:00, en Classic 106.9 FM.