Fusionan talento la OSUG y Fito Paez en el Cervantino

Festival Cervantino

Un gran recital se escuchó en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, donde los asistentes corearon las canciones

Foto: Especial / Gran recital ofrecieron Fito Paez y la OSUG.
Guanajuato Capital /

Fito Páez, uno de los íconos más importantes del rock argentino, junto a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, ofrecieron un gran concierto en la 47 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Fue en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas donde la OSUG mostró otra de sus facetas al tocar, junto al cantante argentino, los clásicos del rock en español que se volvieron exitosos a finales de la década de los 80 y que no han dejado de serlo.

La Alhóndiga de Granaditas lució repleta de seguidores del cantante argentino pero también del público que cada viernes asiste a los conciertos de la OSUG y está al pendiente de sus presentaciones.

Bajo la batuta de su director titular, Roberto Beltrán Zavala, los arreglos del concierto sinfónico sorprendieron a los escuchas quienes expresaron su conmoción al disfrutar de temas como “Naturaleza sangre”, “Ámbar violeta” y “Cadáver exquisito”, por mencionar algunos.

Con un traje amarillo que se distinguía en la oscuridad de la noche, Fito Páez brilló en el escenario y logró crear una dialéctica sorprendente con los músicos de la OSUG que en todo momento tocaron haciendo una sinergia con la música y las letras del reconocido cantante argentino.

Durante dos horas, ofrecieron un concierto inolvidable que seguramente se quedará como uno de los mejores momentos que se han vivido en las memorias del Festival Internacional Cervantino.


Se une el público

La voz de todos los asistentes se hizo una sola cuando comenzó la canción “Del otro lado del camino”, Fito tocando el piano y la gente sin dejar de cantar. Otros de los temas más exitosos fueron “Dar es dar” y “El amor después del amor”.

El momento cúspide de la noche sucedió cuando todos se quedaron en silencio, ni un sonido -algo difícil de lograr en un recinto como la Alhóndiga- y luego la voz a capela de Fito Páez con la letra, “¿Quién dice que todo está perdido? Yo vengo a entregar mi corazón”, después continuó un aplauso prolongado para despedir y agradecer a una de las agrupaciones orquestales más destacadas y activas de México y de uno de los exponentes más significativos del rock latinoamericano.



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