El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, conocido por películas como El último tango en París o El último emperador, falleció en su casa de Roma a los 77 años.
El cineasta, que en los últimos años iba en silla de ruedas, creció en un entorno rico e intelectual y empezó a apasionarse por el cine a través de la película La Dolce Vita, de Federico Fellini. Su padre, poeta, profesor de historia y crítico de cine, le regaló su primera cámara 16mm a los 15 años.
Nacido en Parma, en el noreste de Italia, en 1941, Bertolucci hizo también películas de alto contenido político e histórico, como Novecento (1976), que recorre la historia de las luchas de clase en el rico valle del Pô a través del destino de dos amigos de infancia a principios del siglo XX.
En Roma, donde estudió literatura, conoció a Pier Paolo Pasolini y le ayudó en el rodaje de Accattone. También fue guionista de Érase una vez en el Oeste de Sergio Leone (1968), un arquetipo del spaghetti western. En 1972 se dio a conocer en todo el mundo con El último tango en París, una película erótica con Marlon Brando y Maria Schneider que provocó un escándalo por una controvertida escena de sexo.
Según contó Bertolucci después, la joven actriz Maria Schneider, entonces de 19 años, se había visto profundamente afectada por la escena que simulaba sodomía ya que no había sido plenamente informada antes del rodaje del contenido de aquella.
Schneider, que sufrió adicciones a las drogas y depresión antes de su muerte en 2011, dijo que se había sentido "un poco violada" durante la escena y estaba muy enfadada por ello.
De vuelta por el mundo
Atraído por la investigación pero también por las relaciones de los individuos con la historia, es uno de los pocos cineastas italianos en haber desarrollado una parte de su carrera en el extranjero.
Además de su último tango, París fue también el escenario de su penúltima película, Los soñadores (2003). Rodó además en China —El último emperador—, África —Refugio para el amor— y Bután —El pequeño Buda.
El éxito de El último tango le permitió realizar tres años más tarde Novecento, que recorre la historia de la lucha de clases en el rico valle del Po a través del destino de dos amigos de infancia a principios del siglo XX.
La pasión de Bertolucci por el psicoanálisis se manifestó también en La luna, que escenifica las perturbadas relaciones entre un artista lírico y su hijo adolescente. Pero la consagración vino con El último emperador, con la que ganó nueve Óscares en 1988, entre ellos el de Mejor Película, Mejor Guión Adaptado y Mejor Director. Esta película suntuosa sobre la vida del último emperador chino tuvo un éxito sin precedentes en todo el mundo.
Después de Refugio para el amor y El pequeño Buda, Bertolucci regresó a Italia para rodar Belleza robada (1996), la historia de un viaje a Italia de una joven cuya madre se suicidó. En 2003, el realizador volvió a París con Los soñadores, su penúltima película, que retrata la política y la revolución sexual.
Filmografía
1962
La commare seca