Bernard Hill conoce bien el oficio de la actuación. Con una longeva carrera, que inició en 1974, puede presumir que ha interpretado a los clásicos, a héroes épicos, de acción y a hombres comunes, pero profundos, además de que ha trabajado con directores de la talla de Richard Attenborough, James Cameron, Peter Jackson, Clint Eastwood, Bryan Singer y la lista sigue y sigue.
En entrevista exclusiva en línea con motivo de la Animex, evento que se realiza este fin de semana, el actor de 75 años recuerda interesantes anécdotas de sus papeles más representativos.
"Amé trabajar con Peter Jackson, todos lo hicimos, y todos nos pusimos muy tristes cuando tuvimos que ir a casa, dejar Nueva Zelanda", dijo sobre su experiencia en la saga El señor de los anillos, en la que interpretó al rey Théoden, aunque esa no fue su percepción inicial, ni el papel que le ofrecieron primero.
"Peter Jackson era un poco fan mío, por otra cosa que hice, y la primera vez que se acercó a mí fue para que hiciera una audición grabada para Gandalf. Y en aquella época estaba dirigiendo una obra, estaba dirigiendo una obra con algunos actores locales.
"Yo no quería romper con los ensayos yendo a eso. Así que dije: 'Me voy a grabar, pero no me voy a esforzar mucho'. Porque visité Nueva Zelanda cuando hice (The) Bounty, y era un lugar muy raro. Era 10 años, 30 años atrás en el tiempo, era muy anticuado. Y Peter Jackson había hecho películas tontas, además de la que hizo con Kate Winslet (Criaturas celestiales), digo, su historial no era muy bueno".
Al final se dieron cuenta de su poco entusiasmo para el papel y cuando eventualmente llegó el ofrecimiento para Théoden, la invitación tenía una demanda: que fuera él quien se grabara, se dirigiera y editara el clip de su audición, cosa que hizo y a los pocos días obtuvo el papel.
Otra emblemática actuación fue en Titanic, cinta en la que interpretó al capitán Smith.
"Lo amé, realmente lo amé. Fue muy familiar, se sintió como un trabajo muy fácil que era muy familiar. Y muy como una cinta de bajo presupuesto, aunque era un filme de gran presupuesto. Pero esa mentalidad de bajo presupuesto, en la que todos estaban juntos en ello, y esforzándose para que funcionara. Eso era inusual para una película con un presupuesto tan grande", dijo.
Destacó además el trabajo de James Cameron como director, pues en esa época era presionado por el estudio para terminar la cinta lo más rápido posible, pues el presupuesto se elevaba cada vez más en la filmación, la cual se llevó a cabo en Rosarito.
"Jim no trabaja al ritmo de nadie más que el suyo. Vinieron del estudio y dijeron: 'Vamos a apurar, vamos a hacer esto rápido, más rápido. Así que vamos a cortar algo de guión. Vamos a cortar las páginas del guión'. Y él dijo: 'Está bien, ustedes corten las páginas del guión y me las dan, y les prenderé fuego y se los voy a meter por el trasero'", recordó con humor, asegurando además que el primer corte de la cinta, aun con huecos de efectos especiales, lo vio junto al célebre director, famoso además por títulos como Avatar y Alien.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar en nuestro país?
"Amo a México, no, realmente. En los domingos... nos levantábamos súper temprano los sábados. Trabajábamos los sábados por la noche, luego nos íbamos de vuelta al hotel, tal vez dos o tres horas de sueño, luego nos levantábamos, nos juntábamos y nos íbamos a la frontera, a Tijuana. Era como un entretenimiento, era como ir al cine, como ir al teatro. Era brillante, lo amé, y luego eventualmente íbamos a Estados Unidos y, primero, íbamos por gasolina para el carro. Luego San Diego y pasábamos el día en San Diego. Era domingo y pasábamos el día en San Diego. Y antes de que estuviéramos muy borrachos manejábamos de vuelta, muy lento del lado estadunidense, a la frontera, llegábamos a la frontera y luego muy rápido".
La historia de un telegrama
En sus inicios, en el 74, interpretó a John Lennon en una obra de teatro en Londres, trabajo que no pasó desapercibido para el artista.
"Sí, la hice en el West End por un año. Sí, eso estuvo bien. Luego a John Lennon le interesó, él me envió un telegrama para desearme buena suerte", dijo.
"Bueno, él no podía salir de América, bueno sí podía salir de América, pero sabía que si se iba ya no podía volver. Así que se quedó allá".
Y qué pasó con el telegrama, ese recuerdo, se le cuestionó.
"Lo quemé", aseguró, explicando sus razones. "Bien, porque era algo de él para mí. Y yo sabía que si me la quedaba, por un periodo largo de tiempo se convertiría en algo más. Se convertiría en un artefacto o un souvenir. Yo no quería eso. Él me envió un telegrama y eso, eso era suficiente, realmente", afirmó.
Por la pandemia, el actor tuvo que dejar pendientes dos proyectos cinematográficos a los que espera regresar pronto y, mientras, esta regia convención virtual le da la oportunidad de estar cerca de los fans, algo que anhela, porque, a diferencia de las tradicionales, destacó que una versión en línea le permite interactuar más con sus seguidores, algo que se vuelve más impersonal con simplemente firmar autógrafos y tomarse fotos... para él, una charla es mucho mejor.
Con más de 30 invitados, la Animex 2020 se realiza en línea este 5 y 6 de septiembre.