Con una frase llena de realismo y humor, "Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos", uno de los personajes principales de ¡Qué viva México! anticipa el tono de esta historia.
El tráiler ha captado la atención del público, y la película ya se ha convertido en uno de los largometrajes más vistos en Netflix, ocupando un lugar destacado en el Top 10 en varios países de América Latina.
La más reciente producción de Luis Estrada, titulada ¡Qué Viva México!, ha generado opiniones divididas entre el público. La película ya se encuentra disponible en Netflix y uno de los aspectos que ha generado curiosidad entre los espectadores es el lugar donde se filmó este largometraje.
El pueblito mágico donde se grabó la película
La película de Luis Estrada fue rodada en el estado de San Luis Potosí, específicamente en uno de los encantadores Pueblos Mágicos de esa región. Este lugar fue elegido como escenario debido a la rica historia que impregna sus calles, destacando especialmente su legado minero que se conserva en la comunidad.
Se trata de Real de Catorce, un pueblito mágico que se distingue no solo por la belleza de sus paseos y su gran atractivo turístico, sino también por crear una atmósfera que te transporta al pasado y te hace sentir como si estuvieras inmerso en la historia. Aquí, es posible experimentar la sensación de realizar un viaje en el tiempo y descubrir un pasado histórico que se respira en cada rincón del lugar.
Uno de los lugares para visitar en Real de Catorce es el famoso Pueblo Fantasma, que recibe este nombre debido a sus numerosas edificaciones abandonadas que emergen de las entrañas del desierto.
Esta peculiaridad crea la sensación de que en cualquier momento podrías presenciar la aparición de algunos espectros que salen de entre sus estructuras. El ambiente misterioso y evocador del Pueblo Fantasma añade un elemento adicional de fascinación a la experiencia de visitar Real de Catorce.
La producción de la película de Luis Estrada eligió distintos paisajes y sedes de Real de Catorce en San Luis Potosí, así como otras escenas fueron grabadas en el Estado de México.
Durante dos meses, el escenario fue el desierto de Wirikuta, que ofreció un entorno natural para la historia sin necesidad de crear un set de filmación. La grabación de la película generó una derrama económica de 20 millones de pesos para Real de Catorce, según la Secretaría de Turismo de San Luis Potosí.
A.G.