Después de un recorrido por festivales de cine de San Sebastián y Toronto, Mano de obra, la ópera prima de David Zonana, llegó a la fiesta del cine en Morelia para mostrar un mundo de injusticia, desigualdad y corrupción, a través de un grupo de albañiles que construyen una casa de lujo en la Ciudad de México.
“La situación en la que nos encontramos es muy compleja como para resumirla solo en la búsqueda de justicia, no hay soluciones simples, en cierta forma la película tiene también esta parte de valores y deficiencias morales, lo que hay después con la corrupción la moralidad y el empoderamiento”, dijo David Zonana.
“La construcción, psicológicamente, es para mí una profesión intrigante, hay algo distinto en construir algo con tus manos y no poderlo tener, constrastes sociales hay miles: meseros en restaurantes de lujo, chóferes que están en contacto con ese mundo minoritario de lujos, pero hacer algo con tus manos tiene otras implicaciones y quise explorar eso aquí”, agregó el cineasta.
Aunque el rodaje tuvo lugar en el barrio de Jalalpa, desde el guión David visitó varias construcciones de la Ciudad de México “quería que este mundo estuviera representado con honestidad, estuve observando y aprendiendo, pero en gran medida, ellos (los albañiles) aportaron esta parte”, explicó el realizador.
Al FICM llegaron también dos de los trabajadores de los albañiles que forman parte de la historia: Jonathan Sánchez y Horacio Celestina, ambos compartieron detalles de su debut en el cine junto al actor Luis Alberti y reconcieron que el trabajo de David Zonana se apega a su mundo laboral con credibilidad.
“Comencé en la construcción hace varios años, fue una experiencia padre, aunque al inicio no creímos que fuera cierto, como todo, pero fuimos viendo y cuando llegó Luis (Alberti) nos dimos cuenta que sí era cierto, ensayamos después y nos dieron mucha confianza Luis y David, estuvo muy padre”, dijo Horacio Celestino.
“Actuamos normal, todo lo que pasaba en nuestra vida cotidiana fue lo que hicimos, nos dijeron que actuáramos normal y ya”, agregó Jonathan Sánchez, quien se dedica a la construcción desde hace medio año.
Mano de obra cuenta la vida de un albañil (Luis Alberti) que sobrelleva las injusticias laborales del mundo de la construcción, pagos atrasados y condiciones extremas, pero es la muerte de su hermano la que lo lleva a buscar justicia y como ésta no llega toma cartas en el asunto: invade la casa que construyó.
“No se trata de un discurso social o político, lo que vi en el guion es un asunto que tiene que ver con la dignidad y el sentido de pertenencia, es un trabajo que se hace con las manos y lo que nos hace dignos es lo que defendemos porque nos pertenece”, explicó Luis Alberti, sobre su interés en la película.
Será el próximo jueves cuando se den a conocer los ganadores del FICM, además de Mano de obra, en la competencia de Largometraje mexicano participa Esto no es Berlín, Polvo, Muerte al verano, La paloma y el lobo, El paraíso de la serpiente, Sanctorum, Territorio y Ya no estoy aquí.
myrd