Basada en una historia real, el documental animado “Flee” (2021), dirigido por Jonas Poher Rasmussen, impactó a las audiencias internacionales desde su estreno en el festival de cine Sundance hasta sus tres nominaciones en la edición 94 de los Premios de la Academia. La fuerza de su mensaje se favoreció de la animación como vehículo narrativo y replanteó el alcance de este medio frente a las diferentes propuestas cinematográficas.
En su planteamiento, Flee representa la historia de Amin Nawabi, un migrante afgano que relata su historia como refugiado de guerra, la manera en que huyó de Afganistán junto a su familia y cómo esta circunstancia moldeó su vida. Este documental animado muestra la relación entre Amin y el director Jonas Poher Rasmussen, cómo se conocieron y el proceso que atravesó Amin antes de contar su historia, la cual no era conocida por nadie hasta ese momento.
“Fue difícil hacer la película, pero soy afortunado de vivir en un país en donde hay muchos fondos para la creación cinematográfica, no solamente para películas que buscan hacer mucho dinero, sino para películas creativas también, tuve gran apoyo de Dinamarca y Europa. Me siento muy afortunado de estar en un lugar en donde eso es posible”, explicó Jonas Poher Rasmussen en entrevista con M2.
El director, conocido por su trabajo en documentales como Searching for Bill (2012) o Det han gjorde (2015), explicó que la vida de Amin siempre fue un misterio para él, así como su persona. Sin embargo, la confianza y amistad que desarrolló junto a él en sus tiempos escolares, y a lo largo de los años, le permitió plantearse la posibilidad de reconocer la importancia de compartir esta historia con el mundo y explorar una forma de llevarla a la pantalla grande.
“Amin es un amigo a quien conocí cuando tenía 15 años. Llegó solo de Afganistán, a mi pequeño pueblo, y así comenzó, eso es el Génesis de todo. De ahí hasta la creación de la película fue un largo camino, pero siempre estuve enfocado en esta historia. Al principio él no quería contarla, pero siempre estuvo ahí. Más adelante, cuando sintió la necesidad de contarla, me dispuse a hacerla y escucharla”, compartió el director.
Uno de los aspectos técnicos más interesantes del documental es la decisión creativa de contar la historia a través de la animación. Esta fue una decisión que cumplió más de una función; por un parte, esto permitía conservar anónima la identidad de Amin, quien no quería estar en el ojo del público, y, por otro lado, la libertad de la animación como medio posibilitó a Jonas Poher Rasmussen explorar los aspectos más emocionales de la historia.
“Teníamos esta idea sobre hacer un documental animado y él estaba muy emocionado sobre la posibilidad de permanecer anónimo a través de la animación porque lo que se ve en la pantalla es el trauma de su vida. Él no se sentía cómodo siendo conocido, pues es algo muy complejo de exponer y poder controlar qué se contaba de su historia y cómo, además de ser anónimo, fue lo que le permitió comenzar a compartirla”.
Y añadió: “Con la animación pudimos ser mucho más expresivos y mostrar emociones de maneras que no hubieran sido posibles a través de una cámara. No hubiera sido posible hacer esto sin animación. Creo que es terrible que la animación se desacredite a ser algo sólo para niños porque es un medio maravilloso y ofrece incontables oportunidades”.
A pesar de no conseguir ninguna estatuilla al Oscar, Flee ha sido sumamente reconocida a lo largo de los festivales de cine más prestigiosos del mundo, además se convirtió en la primera película de la historia en ser nominada a Mejor película animada, Mejor documental y Mejor película internacional. Para su producción en inglés, el documental danés contó con la participación de Riz Ahmed en la voz.
Por su parte, Jonas Poher Rasmussen destacó la importancia de compartir historias como Flee y agradeció la recepción que el docudrama ha tenido alrededor del mundo.
“Es una historia muy personal e íntima, pero lo más importante para mí era que Amin tuviera una buena experiencia, que sintiera que este documental representaba su historia. Ver la película con él por primera vez fue una experiencia muy emocional y todo este proceso nos hizo más unidos. Mi principal razón para la creación de Flee es ver que la historia de mi amigo está con el público, que le está yendo muy bien, cruzando fronteras y con personas de todo el mundo que se identifican con su historia”, terminó.
CLAVES
Además de abordar la temática migrante en Europa, Flee explora la relevancia cultural y social de la homosexualidad en Afganistán durante la década de los ochenta y noventa.