La actriz estadunidense Angelina Jolie se atreve a poner su voz al servicio de la inmortal Maria Callas en la película María del chileno Pablo Larraín, estrenada este jueves en competición en la 81ª Mostra de Venecia.
"Para mí el referente eran los fans de Maria Callas, los que aman la ópera, no defraudarlos" confesó Jolie, de 49 años, ante los periodistas.
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Con este papel de 'diva assoluta', Jolie vuelve a la gran pantalla después de varios años de relativa discreción. Larraín, por su parte, cumple un viejo sueño de apasionado de la ópera y completa un tríptico de mujeres de carácter.
¿Quién fue Maria Callas?
La película Maria narra los últimos días de la 'prima donna assoluta' que habría celebrado sus cien años el pasado mes de diciembre.
El 2 de agosto de 1947 cae el telón tras el último acto de La Gioconda de Ponchielli, dirigida por el maestro Tullio Serafin en la Arena de Verona. La ovación que estalla en el público certifica el nacimiento de una estrella.
La joven artista se formó en Grecia y se dedicaba a la música cuando conoció en 1947 a Giovanni Battista Meneghini, un empresario apasionado de la ópera, 28 años mayor que ella, quien se convertirá en su representante y su marido dos años después.
En 1954, después de perder 30 kilos, la soprano se convierte en una diva absoluta, actuando en las más grandes óperas sin escatimar esfuerzos con su voz.
"Desde que obligó a la ópera a recordar que también era una manifestación teatral, ya no fueron aceptables los desfiles de cantantes rollizos que simplemente interpretaban sus arias en el frente del escenario", escribió la AFP en el momento de su muerte.
El escándalo de Roma
El 2 de enero de 1958, Maria Callas abre la temporada en la ópera de Roma, con el presidente de Italia entre el público. Al final del primer acto de Norma, asegura que se ha quedado sin voz y se niega a continuar. La dirección denuncia un capricho de la diva y el público recibe con algunos silbidos algunas de sus arias.
Unos momentos después, se explica "con elocuencia" ante la prensa: "Al final del primer acto, me quedé afónica. Como pueden constatar, ya no puedo hablar".
Apenas dos semanas después, en un sombrío salón de París, la diva confiesa a un periodista de la AFP sentirse "agotada". "Sufrí mucho la noche de Roma", reconoce.
Onassis, su gran amor
En 1959, conoce al armador griego Aristóteles Onassis y se separa de Meneghini. Empiezan nueve años de amor apasionado.
"A altas horas de la noche se le podía ver, con la Callas, en una taberna ateniense donde, tras quitarse la chaqueta y desatarse la corbata, agazajaba a la orquesta con oro y rompía, según la tradición griega, montones de platos", relató a AFP.
Pero el idilio termina en 1968, cuando el industrial naviero se casa con Jackie Kennedy, viuda del ex presidente estadunidense John F. Kennedy.
Adiós a la ópera
Tres años antes, la diva se había despedido de la ópera. El 20 de febrero de ese año triunfa en París con Tosca. El periodista de la AFP evoca el fervor del público hacia una cantante "más sensible que nunca".
"Desde que apareció en el primer acto, con un vestido rosa y cubierta por un inmenso pañuelo de tango, con los brazos cargados de flores, los aplausos fueron tan fuertes que ahogaron la música y las primeras frases resultaron inaudibles", afirma el cronista.
Pero el 29 de mayo, la diva sufre un colapso al final del tercer acto de una representación. El 5 de julio, "a pesar de los consejos de su médico", sube al escenario una última vez en Londres ante la reina Isabel II.
El regreso
En 1973, inicia una última gira internacional de recitales. En París, "los ramos de flores llueven sobre el escenario, acompañados de ovaciones y de gritos de 'Viva Maria'", pero las críticas son "menos entusiastas".
"Si la técnica y la musicalidad de la voz no están en cuestión, los agudos son juzgados particularmente pesados", relata la AFP.
Último suspiro
El 16 de septiembre de 1977, Maria Callas muere en su domicilio parisino por una crisis cardíaca a los 53 años.
"Vengo de verla en su cama. Era la imagen misma de La Traviata tal y como la interpretó en 1956 en la Scala de Milán. Su rostro no tenía ni una arruga. Parece reposar", afirma su ex director artístico, Michel Glotz.
hc