La película mexicana Roma, considerada por la crítica local como “el mejor largometraje latinoamericano del año”, será exhibida en Cuba esta semana como parte de la edición 40 del Festival Internacional de La Habana, el acontecimiento cultural más destacado del año en la isla.
León de Oro en el Festival de Venecia y seleccionada para representar a México en la edición 91 de los Premios Oscar, la cinta escrita, co-fotografiada y co-producida por Alfonso Cuarón, es una de las siete seleccionadas para las galas de lujo del festival, junto con BlacKkKlansman, filme estadunidense de Spike Lee, ganador del Gran Premio del Jurado, en Cannes.
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Asimismo, será homenajeada la productora mexicana Bertha Navarro, quien obtuvo un BAFTA por El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006) y la producción de Reed, México insurgente (Paul Leduc, 1973), una de las primeras películas del cine independiente.
Homenajes a los grandes
El festival está dedicado a Tomás Gutiérrez Alea (Titón), para muchos el más genial director del cine cubano con cintas antológicas como Fresa y Chocolate, primera en abordar el tema de la homosexualidad en la isla, y Memorias del subdesarrollo, que profundiza en los orígenes de una burocracia que no ha dejado de crecer en el país.
También rendirá tributo al Sundance Institute, el cual “ha apoyado durante muchos años el festival, enviando delegaciones y obras, y ayudando en la formación de cineastas”, explicó Ivan Giroud, presidente del evento, y al Hotel Nacional, sede tradicional de estos intercambios.
Precisamente en el restaurante principal de Nacional figura una exposición fotográfica permanente que descubre los platos preferidos por las celebridades que se han alojado en la casa. El mexicano Mario Moreno Cantinflas”(1911-1993), figura entre ellas y en una servilleta blanca con inscripción dorada se lee que prefería el “Cerdo a las Brazas”.
El intercambio de La Habana surgió en la década de los años 70 del siglo pasado con el nombre de Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y el propósito de promover la producción de esa parte del mundo, meta que al parecer ha sido alcanzada.
“Hoy el cine latinoamericano ha cobrado enorme relieve, aunque sólo fuera por la aventura del mexicano Guillermo del Toro, quien con una sola película, La forma del agua, se llevó suficientes premios Oscar para que se considere que los latinos juegan ya en el campo de los grandes. De paso, el cine latinoamericano, con otras producciones, cada día más exitosas y cada día con más talento ya no es una cinematografía tercermundista ni guerrillera”, dijo el reconocido crítico francés, Sergio Berrocal.
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