Corrían los años 90 y el nombre de Quentin Tarantino comenzaba a resonar entre los grandes cineastas de Hollywood con cintas como 'Perros de Reserva', 'Pulp Fiction' y 'Jackie Brown'.
Fue a principios de los 2000 cuando Tarantino junto a Uma Thurman, quien regresaba de un descanso laboral, estrenaron juntos 'Kill Bill' y 'Kill Bill Vol. 2', dos de las películas más populares de la carrera de Tarantino hasta la fecha.
Sin embargo, pocos conocen la historia detrás de una de las escenas más icónicas de la segunda parte de la película, donde Tarantino se culpó por "poner en peligro" a la actriz nominada al Oscar en 1995.
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Uma Thurman revela que casi pierde la vida en la grabación de 'Kill Bill Vol. 2'
En el apogeo del éxito de la primera película de 'Kill Bill', una secuela estaba en camino para satisfacer a las audiencias sedientas de más venganza y acción.
Sin embargo, lo que comenzó como un proyecto emocionante pronto se convirtió en una pesadilla para Uma Thurman, según reveló The New York Times.
La escena en cuestión involucraba a Thurman conduciendo un automóvil en una carretera desierta, una secuencia que se prometía llena de adrenalina y emoción.
Sin embargo, lo que ocurrió durante la filmación fue mucho más aterrador de lo que nadie podría haber imaginado. Thurman perdió el control del vehículo y terminó chocando contra una palmera, sufriendo múltiples lesiones en el proceso.
“Quentin y yo tuvimos una pelea enorme y lo acusé de tratar de matarme”, declaró la actriz.
Desde el cuello hasta la cabeza, pasando por las rodillas y el resto de su cuerpo, Thurman resultó gravemente herida y estuvo al borde de perder la vida.
Quentin Tarantino revela que fue uno de los errores más grandes de su vida
Lo más sorprendente de este incidente fue la revelación posterior de que Tarantino había insistido en que Thurman realizara la escena sin un doble de riesgo, a pesar de las preocupaciones expresadas por la actriz sobre la seguridad de la misma.
"Le dije que estaría bien. Le dije que la carretera era toda recta. Le dije que sería seguro. Y no lo era. Estaba equivocado. No la obligué a subirse al coche. Se montó porque confió en mí. Y me creyó", declaró Tarantino en una entrevista con Deadline.
Tras el accidente, Thurman no solo luchó contra las lesiones físicas, sino también contra la angustia emocional y la ira dirigida hacia Tarantino.
La relación entre Thurman y Tarantino, una vez cercana y colaborativa, se vio ensombrecida por el trauma y el resentimiento resultantes de este incidente.
Por su parte, Tarantino expresó un profundo remordimiento por su papel en el accidente. Reconoció que fue uno de los peores errores de su carrera como director y lamentó amargamente haber presionado a Thurman para realizar la escena sin un doble de riesgo.
“Fue horrible. Verla batallar con el volante… recordar cómo yo insistía en que era seguro y podía hacerlo. Me rompió el corazón”, reveló.
Ver a Thurman luchar con el volante y sufrir las consecuencias de su imprudencia fue un momento devastador para él, uno que lo atormentará por mucho tiempo; “Sin dudarlo es uno de los arrepentimientos más grandes de mi carrera y mi vida, por un millón de razones”.