En la tranquilidad de su casa en Oaxaca, tras llegar de un recorrido por Estados Unidos, Lila Downs asume su responsabilidad y dice que está lista para recluirse, pero sobre todo para aprovechar esta pausa, propiciada por el brote de coronavirus, y disfrutar a su familia, su casa, leer y componer.
Reconoce su preocupación por los efectos del coronavirus a escala mundial e incluso exhorta a los jóvenes a que asuman el compromiso de cuidarse y cuidar a los demás.“He escuchado comentarios que hay personas que dicen que no tienen nada que ver, e incluso algunos han viajado a Europa y se han traído el virus”.
Ella ha cancelado sus compromisos profesionales y confía en que para “abril o para mayo” haya pasado la crisis y pueda retomar sus labores, aunque la pandemia no ha parado del todo su actividad, pues hace unos días salió la reedición del disco Al Chile, en el que además de cuatro temas inéditos, acompaña la producción del documental que Camilo Lara hizo con el proceso del disco.
¿Cómo estás?
Bien, aunque preocupada, y pensando planear bien todo este tiempo que vamos a estar recluidos en casa. Pero hay mucho que hacer, hay que leer, hay que escribir, hay que componer, hay que disfrutar la casa, porque regularmente uno no tiene tiempo de estar con la familia, y algo bien importante es no tener miedo, hacer lo necesario, lo que hay que poder hacer, mientras está la cuarentena por el coronavirus.
Dices que disfrutarás a tu familia, por tu profesión a veces no tienes esa oportunidad...
Sí, siempre andamos fuera, ahorita acabo de regresar hace unos días de Estados Unidos, entonces estoy disfrutando a la familia, también a mi hijito, que ya no va a ir a la escuela, así que ahora no la vamos a pasar encerraditos.
Otra opción en ese encierro es escuchar música y tú tienes una propuesta con la reedición de Al chile, ¿no?
Sí, estamos muy contentos porque lo habíamos planeado así por la película que hizo Camilo Lara con todo el proceso de la grabación, un poco las reuniones ahí entre mezcal y mezcal, platicando sobre la música, las fusiones que se permiten a través de la historia de música popular. Y también seguimos a los que grabamos aquí en Oaxaca, la banda La Misteriosa, y otra banda de niños zapotecos en el Istmo, y los cuatro temas que grabamos para este material.
Uno lo compusé hace rato, se llama “Tiembla”, y habla sobre el amor y el cariño que uno le tiene a una persona que no te corresponde, que no te entiende, que su corazón es de piedra. Es una metáfora sobre el rechazo y creo que es una canción que queda en este momento, que como mujer, sobre lo que estamos viviendo en este movimiento, en el cual todas somos parte queramos o no. Tenemos que lidiar que hay un cambio muy grande en las diferentes generaciones.
¿Qué más compartes en el documental?
Lo interesante es que concentramos todo el proceso del disco, que fue bien doloroso para el pobre de Camilo. Me dijo que tenía que pagar casi 200 personas en la producción porque lo hicimos en los pueblos, en donde se incluye mucha gente. Incluso las señoras que nos traían de comer, pollos criollos y este tipo de cosas, (risas) muy ricas, de modo que la película también muestra la gastronomía y todo lo que pudimos disfrutar en este viaje de música.
¿Te gusta la gastronomía?
Sí, es una parte esencial de mi ser, desde chiquita aprendí a cocinar algunas cosas, y a la fecha me gusta mucho, es una terapia para tranquilizarme, o no sé si para ponerme más neurótica, pero me encanta (risas).
Y esto del chile ha sido una experiencia, una exploración, pues nosotros lo manejamos mucho en la cocina mexicana. Y es extraordinario platicar con mi mami las recetas de la familia, por ejemplo que cuando hierves el chile lleva otro sabor, que cuando lo asas, o cuando lo tatemas. Y es una delicia poder cantarlo, se emociona la gente, es muy lindo.
¿Cocinas, cuál es el platillo que mejor preparas?
Sí, sí cocino. Y pues me gusta hacer algunos moles, el negro me sale muy sabroso, claro que cuento con la ayuda de mi equipo, de mi mami, por supuesto (risas), pero sí, los moles me salen bien, mi favorito es el mole amarillo, que lo hacemos comúnmente y el mole mixteco, que es con chile costeño, en sencillo, pero todo es tatemado, entonces le da ese saborcito ahumado al platillo.
Dijiste que te darás tiempo para componer...
Estoy componiendo una serie de canciones en inglés, espero poder interpretarlas con algunos compositores norteamericanos, quizá ingleses, la idea es que hagamos cosas juntos y talleres de música. También quiero hacer algo con músicos oaxaqueños, porque hay un renacimiento de música enorme en Oaxaca, por un lado flolclórica, pero por otro, músicos que tienen un nivel muy alto de musicalidad, y que me encantaría hacer proyectos con ellos.
Siempre eres solidaria con la gente joven que tiene talento...
Sí, me encanta hacer intercambios, por ejemplo ahora que estuvimos de gira en Texas, convocábamos a ballet locales y muchos tenían integrantes de Hidalgo, Sonora, Michoacán, de diferentes estados, pero por supuesto se aprenden algunos bailes folklóricos o están en algún rescate de algún tema y eso es una belleza que puedan participar en nuestros conciertos. Pero hace falta que los medios difundan más nuestra música folklórica y la tradición y todos los aspectos, no nada más la música purista porque hay mucho aspectos que también son fusionados con otros géneros, como la música clásica, el jazz, la música popular, hace falta más difusión.